Tras los acuerdos alcanzados con la Secretaría de Educación Pública (SEP), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), los jóvenes del Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior (MAEES) iniciaron ayer los trámites para ingresar a escuelas privadas incorporadas, con la promesa de que si mantienen un promedio mínimo de 8 en los primeros dos semestres serán admitidos un año después en alguna de estas dos casas de estudios.

Gracias a las movilizaciones de los jóvenes rechazados y a la voluntad de las autoridades se abrieron varias opciones para mil 200 aspirantes a la educación superior.

En un primer caso se lograron becas del 100 por ciento, cuyo pago compartirían SEP y UNAM, en instituciones de educación superior incorporadas a la universidad. El ingreso diferido a la UNAM se presentará si los alumnos no adeudan materias en el primer año y mantienen un promedio mínimo de 8. En ese caso, estos jóvenes ingresarían al tercer semestre de alguna licenciatura. Lo mismo sucedería en el caso del IPN.

Otra opción es que gozarán de una beca parcial otorgada por la SEP para estudiar en escuelas privadas, donde el alumno tendrá que pagar mil pesos mensuales. En este caso también existe la posibilidad de ingresar a la UNAM o el IPN tras un año de estudios.

Integrantes del MAEES aseguraron que para ampliar el número de carreras a que pueden aspirar los rechazados, la SEP ofrecerá todos los lugares necesarios en los institutos tecnológicos, universidades tecnológicas y universidades politécnicas dependientes de la secretaría. Del mismo modo, quienes ingresen a estas opciones podrán hacerlo un año después a la UNAM y al IPN mediante un proceso de revalidación.

Informaron que tanto las autoridades educativas como el MAEES se reunirán el próximo 14 de octubre para discutir el problema de la educación superior, sobre todo el de los miles de rechazados que hay cada año.