En los cuatro meses recientes, el número de consignaciones de menores relacionadas con la comisión de algún delito se incrementó más de mil por ciento, al pasar de 30 a 320 al mes en promedio, señalan cifras de la Fiscalía del Menor de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

Al respecto, autoridades del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) reconocieron que existe saturación de expedientes en los seis juzgados dedicados a esta materia y por lo tanto hay un rezago de cientos de casos.

Por este motivo, indicaron las fuentes consultadas, se da prioridad a la resolución de los asuntos considerados delitos graves con detenido, como el homicidio, que en muchas ocasiones ameritan la privación de la libertad y un proceso penal escrito.

Las consignaciones que realiza el Ministerio Público son remitidas a uno de los seis juzgados para adolescentes, donde son sometidos a un proceso oral cuando se trata de ilícitos considerados graves, que es el caso de 90 por ciento de los expedientes, la mayoría por robo en todas sus modalidades.

A este delito le siguen el homicidio y delitos del fuero federal como delincuencia organizada, portación de armas y contra la salud, además de violación y lesiones. Gran cantidad de estos adolescentes viven en colonias como Morelos, Centro y Guerrero, en las delegaciones Cuauhtémoc y Venustiano Carranza.

Según datos de la PGJDF entre enero de 2008 y abril de este año han sido detenidos 12 mil 821 adolescentes relacionados con alguna conducta criminal, aunado a que en los meses pasados se ha advertido mayor violencia de estos jóvenes.

El delito en el que más se ven involucrados, además del asalto a transeúntes, es el robo en transporte público, y según el recuento de la PGJDF 5 mil 575 jóvenes han sido detenidos por cometer asaltos en microbuses, taxis, Metro y Metrobús.

De acuerdo con un estudio de la Dirección Ejecutiva de Tratamiento a Menores (DETM) del Distrito Federal, se trata de jóvenes que abandonaron la escuela y se dedican, en la mayoría de los casos, al comercio informal e ilegal; que sufren de violencia intrafamiliar, que viven en condiciones de extrema pobreza y en muchos casos son adictos a las drogas o al alcohol.

Según la DETM, 80 por ciento de los menores en conflicto con la ley han consumido al menos una vez algún estupefaciente, además de que 26 por ciento delinquieron bajo el influjo de alguna droga, principalmente alcohol, solvente o mariguana.