Miércoles 11 de agosto de 2010, p. 24
Quito, 10 de agosto. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, presentó este martes el informe de su primer año de labores tras ser relegido en 2009, en el que alertó sobre planes desestabilizadores de la oposición y destacó los logros de su programa socialista.
Correa advirtió ante el Congreso sobre una posible conspiración del poder financiero ecuatoriano para evadir un mandato legal que le obliga a vender, a más tardar en octubre, las empresas que posee en sectores distintos a la banca.
No nos extraña que desesperadamente los poderes fácticos, sobre todo el poder financiero, traten de desestabilizar al gobierno de aquí a octubre para evitar el mandato constitucional
, dijo.
El mandatario, que en el último año acentuó sus enfrentamientos con la oposición en medio de la promesa de radicalizar la llamada revolución ciudadana
, agregó que hasta octubre “se deben enajenar las participaciones accionarias que posean las personas jurídicas del sector financiero.
Eso significa que de aquí hasta octubre los banqueros que tienen canales de televisión tendrán que venderlos, pero no sólo los medios de comunicación. O son banqueros o son empresarios no banqueros
, señaló.
Enfrentado con banqueros y sectores de la prensa
Correa, en el poder desde enero de 2007 y que fue relegido hasta agosto de 2013, mantiene un duro enfrentamiento con la banca y sectores de la prensa, a los que califica de opositores.
En ese contexto intervino el sector financiero para regular las tasas de interés y bajar los costos a los clientes, y promueve una ley para normar los medios de comunicación, que en su mayoría la consideran ley mordaza
.
Correa, cuyo partido Alianza País domina la Asamblea Legislativa, destacó los logros de su gobierno. Lo que falta por hacer es mucho más de lo que se ha hecho
.
El gobernante, que tiene la posibilidad de extender su mandato hasta 2017, resaltó una reforma a la ley de hidrocarburos que reconoce al Estado la propiedad de ciento por ciento de la producción de petróleo (472 mil barriles por día) y recorta los beneficios a las multinacionales.
También mencionó que durante su mandato la inversión pública pasó de 6 por ciento a 13 por ciento del PIB, que a su vez creció 0.36 por ciento en 2009 pese a que la crisis mundial golpeó a Ecuador por partida triple
con la caída de las remesas de los migrantes, el precio del petróleo y las exportaciones.