Qué bueno que la derrota ocurrió ahorita y no en el cierre del torneo, cuando te juegas la clasificación, expresó Horacio Cervantes, defensa del Cruz Azul, quien agregó que el revés del domingo frente a Pumas no fue más que una mala tarde.

Ahora buscarán retomar el camino del triunfo este sábado ante Pachuca, pues aunque no considera el partido como un desquite, admitió que hay cuentas pendientes con los Tuzos, luego de que éstos los derrotaron en la final de la Concachampions.

Recordar que nos eliminaron de un torneo importante, con anotación de último minuto, son cosas que quedan en la mente de un jugador, pero más que una revancha, se presenta la oportunidad de encarar a un rival que en su momento nos quitó una gran ilusión. Ojalá podamos sumar otros tres puntos, expuso.

Cervantes dijo que en el plantel aceptan todas las críticas, como es habitual cada vez que pierden: Estamos conscientes de que no se hizo un partido redondo, congruente con el trabajo de la semana. Sabíamos que enfrentaríamos a un rival con mucha determinación, con garra, pero por desórdenes nuestros se abrió el marcador en contra.

Añadió que La Máquina no supo leer el partido y el resultado fue un revés que dolió mucho.

El defensa aceptó que luego de recibir dos goles, obviamente tendrán dudas de la gente que está atrás. Sin embargo, el equipo debe digerir pronto la derrota y levantar la cara, porque siempre se busca trabajar, aun cuando los resultados no son positivos.

Dijo que contra el conjunto hidalguense esperan revertir esta situación, salir a mostrar buen futbol y dar una alegría a su público en el estadio Azul.

Rechazó que tanto él como su compañero en la zaga Joel Huiqui apenas estén readaptándose tras sus respectivas lesiones: en mi caso, después de cuatro meses (inactivo) regresas y te quieres comer al mundo.

En tanto, el médico del plantel, Alfonso Jiménez, informó en rueda de prensa en La Noria que Javier Aquino, quien recibió una fuerte entrada del auriazul Jehu Chiapas en el duelo del pasado domingo, estará aproximadamente 10 días fuera de las canchas.

Se le practicaron los estudios radiológicos. Se descartó una lesión ósea a nivel de peroné, pero sí hay de ligamentos, detalló el galeno, quien reiteró que Martín Galván, operado de la pierna derecha, estará seis meses sin jugar.