El sitio enfrenta la amenaza de megaproyectos turísticos, dice Antonio Benavides
El proyecto Flamingo Lakes muestra que el futuro de esa riqueza no aparece en los planes oficiales, asevera
El complejo contraviene programa de reordenamiento ecológico, sostiene
Miércoles 11 de agosto de 2010, p. 3
El antropólogo Antonio Benavides Rosales alerta que el patrimonio cultural y natural de la región de Xcambó, Yucatán, se ve amenazado por la acelerada expansión urbana y el desarrollo de megaproyectos turísticos, como el Flamingo Lakes Golf and Country Club Resort.
Desde tiempo inmemorial, el sitio arqueológico de Xcambó es un santuario, el cual cobra especial importancia como patrimonio cultural intangible, pues las actuales prácticas religiosas del pueblo maya sirven para manifestar y renovar formas de organización tradicionales, explica el experto.
Benavides Rosales desarrolló una investigación del impacto del complejo turístico de condominios, lagos artificiales y campo de golf en Xcambó, antiguo puerto comercial, centro salinero maya y santuario de la Virgen de Xcambó.
Cada año los habitantes de Dzemul realizan una peregrinación al santuario para celebrar a la virgen. Asisten devotos de comunidades cercanas, como Telchac, Zacapuc o Sinanché, y efectúan una ceremonia al estilo tradicional maya. Se ofrece comida, flores y veladoras y un sacerdote católico, comúnmente el párroco de Dzemul, oficia una misa.
Acecho de industrias turísticas
“Históricamente –asevera Antonio Benavides– los pobladores de las comunidades cercanas a Xcambó mantienen vínculos muy estrechos con los ecosistemas locales, debido a la producción de sal y a la cacería de subsistencia en las sabanas y selvas. La pesca ribereña es la principal actividad de Telchac Puerto.”
Sin embargo, el futuro de este sitio como patrimonio cultural y natural local no parece estar considerado en los planes estatales e internacionales, como hace patente la construcción del Flamingo Lakes Golf and Country Club Resort, proyecto turístico-residencial de gran envergadura, cuya construcción se inició en 2007, en un terreno de 881.9 hectáreas, un kilómetro al este del centro cívico ceremonial de Xcambó
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Sabanas y selvas inundables se convertirán en campos de golf e instalaciones residenciales para ofrecer servicios turísticos de lujo a jubilados y vacacionistas de Estados Unidos, Canadá y Europa.
De acuerdo con el antropólogo, el complejo turístico proyecta un cambio de uso de suelo porque afecta manglares, charcas salineras, ecoturismo y tradiciones, como la peregrinación a Xcambó.
Benavides Rosales asevera que el turismo sustentable sí se puede realizar, pero de acuerdo con los lineamientos del programa de ordenamiento ecológico del territorio costero de Yucatán, que entró en vigor en 2008.
Las investigaciones acerca del desarrollo sostenible muestran la importancia de que se genere desde dentro de las propias comunidades involucradas, teniendo en cuenta sus principales necesidades y potenciales.
El proyecto Flamingo Lakes contraviene el programa de ordenamiento ecológico creado para proteger la costa yucateca de desarrollos que atentan contra los ecosistemas, porque fue aprobado antes de entrar en vigor esa norma y, de acuerdo con las autoridades, no se puede aplicar retroactivamente.
“El problema de fondo –sostiene el especialista– es que no se toma en cuenta la cuestión social. El programa de ordenamiento prevé medidas ambientales y está hecho por científicos en su mayoría de las ciencias ambientales.
Y aunque sí hay recomendaciones de tipo social, la legislación y la regulación de la zona omiten el aspecto antropológico para incluir todo lo que se refiere al patrimonio cultural tangible.
Benavides realiza en la Universidad Nacional Autónoma de México un proyecto sobre cómo desarrollar estrategias a escala peninsular en Xcambó, porque no es un caso aislado, pues muchos patrimonios son acechados por las industrias turísticas.
“Lo importante –dice– es trabajar de manera interdisciplinaria con oceanógrafos y gente que conozca de erosión costera y sistemas ambientales, así como antropólogos; también se necesita la participación civil, de las autoridades locales y regionales, así como de las instituciones y las universidades, para investigar qué sucede en cada uno de esos lugares y qué se puede hacer para evitar el deterioro de los recursos y que la población tenga mejor calidad de vida.”
Para el especialista, el respeto al patrimonio cultural es importante, pues muchas veces los desarrollos turístico-residenciales no se planean adecuadamente, adelantándose a los estudios ambientales y sociales.
En su estudio El impacto de Flamingo Lakes en el patrimonio cultural y natural de la región de Xcambó, que presentó como tesis para obtener la maestría en la unidad Mérida del Centro de Investifación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, Benavides explica que el desarrollo turístico requirió la aprobación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), organismo encargado de verificar que en el predio no haya vestigios arqueológicos que puedan ser dañados.
“Se realizó una prospección a cargo del arqueólogo José Osorio del INAH Yucatán; él afirma que la prospección sólo abarcó la mitad sur del predio, ya que en la parte norte no se planea construir, pues será una reserva.
“En la parte que se recorrió se encontraron 130 estructuras mayas prehispánicas, la mayoría ubicadas en la esquina sureste del polígono. Éstas van desde cimientos de forma circular que sirvieron para viviendas pequeñas hasta plataformas habitacionales de 1.5 a 2 metros de alto y de 30 metros por lado.
El área con estructuras fue acordonada y se hizo una propuesta de intervención y restauración. A la fecha, la compañía desarrolladora no ha respondido.