Política
Ver día anteriorSábado 7 de agosto de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El Presidente adelanta que habrá nueva política de Estado en materia de seguridad

Falta interacción con los medios sobre estrategia contra delincuencia: Calderón

Se necesita el apoyo de la prensa para alcanzar mejores resultados en lucha antinarco, señala

Foto
El mandatario mexicano, Felipe Calderón, conversa con reporteros en una base militar de Bogotá. Hoy acude a la toma de protesta de su homólogo colombiano, Juan Manuel SantosFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 7 de agosto de 2010, p. 9

El gobierno federal carece de una interacción con los medios de comunicación en torno a la estrategia de combate a la delincuencia organizada, aceptó el presidente Felipe Calderón Hinojosa, quien adelantó que su administración se enfoca a generar una política de Estado en materia de seguridad.

El jueves pasado, en el salón Blanco de la residencia oficial de Los Pinos, el Ejecutivo federal se reunió con propietarios y directivos de medios de información escrita y electrónica, a quienes expuso: Reconozco que el gobierno ha fallado y no ha sabido transmitir, informar y comunicar con precisión la dimensión de este problema, su estrategia, cuáles son sus objetivos y cuál es el sentido y propósito de sus acciones. Una de las debilidades ha sido, claramente, la falta de interacción con ustedes sobre estos temas; el no ser fuente de información fluida, constante y debidamente contextualizada.

En su amplia exposición, el mandatario adujo que en el proceso democrático y la conquista de la libertad de expresión se ha presentado un natural distanciamiento entre los gobiernos.

La crítica en México al gobierno, en particular al federal, es intensa. Pero eso no debe llevarnos a omisiones en la narrativa del problema. En esa narrativa hay una verdad elemental que no podemos perder: el verdadero enemigo. La amenaza contra la sociedad son los criminales, no es el gobierno, por lo menos no en este caso. Creo que un primer paso es no perder las referencias de quienes son no sólo los malos, sino los sanguinarios de la película, y ellos son los criminales.

También expresó que los medios están expuestos a convertirse en conductos para que las organizaciones criminales hagan llegar sus mensajes, y eso los ubica en una situación de gran vulnerabilidad.

Se necesita una política de seguridad que trascienda una administración específica y que comprometa a todos los actores para alcanzar el México de paz, leyes y justicia. Sólo así la política de seguridad se convertirá en una verdadera política de Estado. El gobierno federal, por sí solo, aisladamente, no puede ni debe terminar esta tarea; se requiere corresponsabilidad y una acción seria y decidida de todos los órdenes del gobierno.

Al igual que las instituciones democráticas del país, la libertad de expresión y los medios de información están amenazados por la criminalidad. México, dijo, nuevamente necesita el apoyo de los medios para alcanzar mejores resultados en la lucha por restituir la seguridad pública.

Hoy más que nunca su participación es imprescindible, porque la criminalidad se erige como clara amenaza, como he dicho, a la propia libertad de expresión. Ofrezco facilitar también el acceso a la información puntual con que contamos, algo que ha sido reiteradamente reclamado al gobierno, para que los medios puedan cumplir con su imprescindible labor de informar a la sociedad.

El mandatario aseveró que sí existe una estrategia de comunicación de los grupos delictivos para posicionar sus mensajes, mediante acciones de intimidación y agresión de extrema violencia.

“En esencia, una línea más o menos visible podría ser la búsqueda de intimidar y paralizar. Intimidar y paralizar a sus adversarios para que les dejen el paso libre en las comunidades o territorios que pretenden dominar de manera exclusiva; a los ciudadanos para someterlos, extorsionarlos, y a la autoridad también para paralizarla, someterla e incluso para ponerla a su servicio.

“Quiero reiterar que ésta no es sólo una batalla, ni probablemente, ni siquiera principalmente, contra el narcotráfico. Es por la seguridad y contra el crimen organizado, ese que mediante la violencia y la amenaza busca apoderarse de las rentas no sólo de los negocios ilícitos, como hasta hace tiempo, sino también de los lícitos y del fruto del trabajo de personas honradas en las comunidades donde logra dominar.

Es una lucha también contra cualquier tipo de crimen, porque en un entorno de temor generalizado se logra también paralizar e inhibir lo mismo a los ciudadanos que a las autoridades en una comunidad determinada. Policías y ministerios públicos simplemente dejan de hacer su trabajo.

Adelantó que el gobierno no evadirá sus responsabilidades, culpas u omisiones, pero tampoco permitirá que se exonere a quienes verdaderamente están extorsionando, secuestrando y matando en el país, que son los criminales.

En tono mesurado, les solicitó que se apeguen a los esquemas de autorregulación, con el propósito de no hacer apología del delito. No les pido, bajo ningún concepto, que dejen de informar. Sí, valorar con responsabilidad, imparcialidad y objetividad la difusión de ciertos hechos o ciertas imágenes, con el único fin de no dar a los delincuentes la ventaja del miedo e intimidación paralizante a la sociedad.