Jerusalén, 6 de agosto. Judíos y árabes marcharon hoy en varias ciudades israelíes para protestar por las expulsiones de palestinos de Jerusalén oriental, con lo que marcaron el primer aniversario de la expulsión, por colonos israelíes, de familias residentes en Sheij Jarrah, un barrio árabe de Jerusalén.

Avner Inbar, del Movimiento de Solidaridad con Sheij Jarrah, dijo que unas mil personas participaron en la marcha en Jerusalén oriental, y otras en Tel Aviv. Sin embargo, testigos y medios hablaron de unas 500 personas.

Otras marchas fueron organizadas en la norteña Haifa, la sureña Beer Sheva y en ciudades del centro del país habitadas mayoritariamente por árabes israelíes.

En Jerusalén, los manifestantes mostraron pancartas con lemas como Juntos debemos detener la demolición de casas.

Sheij Jarrah es uno de los barrios más conocidos del oriente de Jerusalén, conquistada y anexionada por Israel en 1967, donde los palestinos quieren establecer la capital de su futuro Estado.

Los dirigentes de Israel y la derecha defienden que Jerusalén oriental forma parte de la capital eterna e indivisible de Israel.

Mientras, Siria acusó a Israel de inventar cargos de espionaje a tres presuntos espías detenidos ayer, informó la agencia Sana.

El ministro sirio del Exterior, Walid Mualem, denunció en carta enviada el jueves al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que Israel trata de intimidar a los tres detenidos.

Dos de los arrestados eran de los Altos del Golán, que pertenecía a Siria y que Israel ocupó en la guerra de 1967. El tercero es un ciudadano árabe de Israel.