Sábado 7 de agosto de 2010, p. 29
Pachuca, Hgo., 6 de agosto. La mañana del miércoles pasado, Dafne Leticia Hernández Trejo, del municipio de Tulancingo, despertó con fuerte dolor y sangrado vaginal. Con 24 semanas de embarazo, me dio miedo y fui al hospital
, recuerda.
En el nosocomio le dijeron que había que sacar el producto, pues debido a la pérdida de líquido amniótico su vida estaba en peligro y requería cesárea, la cual se le practicó en la clínica dependiente de la Secretaría de Salud estatal.
Encabezado por la doctora Yenni Heredia Gijó, el cuerpo médico le informó más tarde que su bebé había nacido muerta y le expidieron el certificado de defunción. El cuerpo permaneció 13 horas en el anfiteatro y fue entregado a los familiares.
Cuando la pequeña era velada, Leticia Hernández, tía de Dafne Leticia, pidió ver el cuerpo y cuando la abuela Guadalupe Hernández destapó el ataúd se sorprendió al escuchar un pujidito
.
La madre de la pequeña se acercó y vio que su hijita movía sus manitas hacia arriba y la boquita
.
De inmediato la sacaron y la llevaron a una clínica particular de Tulancingo, donde se les informó que la menor había permanecido sin atención médica de las cinco de la mañana a las seis de la tarde de ese día.
Debido a las horas que permaneció oficialmente muerta
, a la frialdad de la morgue y a su gestación prematura (menos de seis meses) la niña falleció al día siguiente; en su lecho de muerte fue bautizada como Gabriela Guadalupe.
Los familiares denunciaron penalmente a los médicos encabezados por la doctora Heredia quien, según el director del nosocomio, Adolfo Licona Martínez, fue dada de baja y despedida del sector salud
.
El procurador de Justicia, José Alberto Rodríguez Calderón, informó que se inició una averiguación previa por el delito de responsabilidad profesional
contra la doctora Heredia y otros tres médicos y se investigará su actuación.