Napa Valley, 7 de agosto. Javier Bardem vuelve a la gran pantalla en un drama protagonizado por Julia Roberts, con un personaje que le permitió tocar un tema que le apetecía: De las personas que se atreven a perdonar y a perdonarse, dijo el actor español, quien actúa con conciencia crónica de estado de buena esperanza.

En Eat, Pray, Love, Bardem encarna a Felipe, un brasileño que plantea una encrucijada vital al personaje de Roberts. El actor dijo que no sabe si marca una diferencia con sus papeles previos en Hollywood, pero me apetecía tocar ese tema.

Entrevistado en una suite de un hotel de Napa Valley, al norte de California, Bardem señaló: “Creo que no es una comedia loca de carcajadas, sino una película amable, que toca en dos o tres momentos cosas, a mi juicio, importantes, de forma sutil y bien construida.

Mi personaje tiene un propósito, un lugar: apoyar el viaje de ella, quien es la que al final tiene que atreverse a perdonar y perdonarse.

Distendido, pero particularmente cuidadoso de hablar sólo de la película y evitar referencias a su vida personal, Bardem contó que le gustó el personaje por la idea de debilidad de él (Felipe); es débil, y en esa conciencia de debilidad radica su fuerza.

Antes y después del Óscar

El papel de un hombre sensible y jovial llegó más de un año después de que Bardem ganara un Óscar por Sin lugar para los débiles (2007).

Al ser consultado sobre si esa estatuilla cambió el tipo y número de ofertas de Hollywood, el también protagonista de Mar adentro (2004), señaló: No es tanto la cantidad como la calidad; quizás ya me ven de forma diferente y ven la posibilidad de que haga papeles más complejos.

Pero es tajante cuando se le pregunta si cambió su forma de elegir los papeles: “Para nada, en ese sentido siempre he intentado mantenerme bastante fiel.

“Desde el principio, desde que empecé en la década de los 90, me baso en lo que me despierta una intuición positiva, una especie de atracción emocional hacia el material, independientemente de quién lo haga, dónde se haga, o de cuánto se pague.

“Es algo que aprendí desde mi entorno familiar: si puedes elegir –un privilegio en esta y en cualquier profesión–, aprovéchalo”, agregó.

Eat, Pray, Love, que se estrenará en España, Argentina y Brasil en octubre con el título Come, reza, ama, se enfoca en la crisis existencial de una mujer que vive una realidad cómoda por su trabajo, esposo y situación financiera, pero que arriesga todo para superar su insatisfacción interna.

Como todo en la vida, dos cosas muy distintas son lo que la gente percibe y la realidad, comenta Bardem al ser consultado sobre los riesgos que tomaría para salir de esa ‘zona de comodidad’ que parece vivir, por ser un actor extranjero reconocido en una industria como Hollywood.

Pertenezco a ese afortunadísimo grupo de 10 por ciento de actores mundiales que tienen trabajo, eso ya es una zona no de confort, sino de conciencia crónica de mi estado de buena esperanza, dice sonriendo.

En cada trabajo que hago soy consciente de que tengo que hacerlo mejor que el anterior, porque quiero merecer el estar ahí, y eso es ahí (en Estados Unidos), en España o en Sebastopol, me da igual, apuntó.

“La zona del ‘disconfort’ para cualquier actor es buscar proyectos que lo desalojen de uno mismo.

“Ahora es Felipe, luego es Biutiful, Sin lugar para los débiles, proyectos que permitan ir a diferentes sitios y saber qué cosas que has hecho para una película no van a funcionar en la otra, para lo cual tienes que mirar dentro y ver dónde está ese personaje dentro de ti.”

Por la tercera estatuilla

Bardem se refirió a la película más reciente del mexicano Alejandro González Iñárritu, Biutiful, que le valió como protagonista el premio masculino de interpretación en el pasado Festival de Cannes, y aunque su estreno en Estados Unidos está previsto para el 17 de diciembre, ya circulan rumores de una nueva nominación al Óscar para el español.

Lo que dan es ánimo para pensar que te van a seguir llamando, dice Bardem, y asegura no haber escuchado nada sobre el Óscar de 2011.

Salda una deuda ética

Javier Bardem espera estrenar el año próximo un documental sobre el Sahara Occidental, que estará narrado y producido por él, porque es un tema que ha conocido de primera mano y que percibe como deuda ética e histórica de España, Francia y Estados Unidos.

Lo del Sahara es algo que me preocupa desde hace tiempo, he tenido la suerte de estar ahí en primera mano, en los campamentos; mi preocupación tiene que ver con una deuda ética e histórica de España, Francia y Estados Unidos, dijo Bardem en entrevista previa al estreno de la cinta que protagoniza junto a Julia Roberts.

Es una deuda con un pueblo (saharaui) que hemos dejado abandonado en mitad de la nada, al que llamo el patio trasero del infierno; su desierto no es siquiera un desierto de arena, sino de piedra; ese documental intenta poner todo en perspectiva, al evitar en lo posible evitar la subjetividad, apuntó el español de 41 años.

El documental estará producido por la compañía del actor, Pinguin Films, y lleva por título Ouladlemzun (Hijos de las nubes). El propósito es que la gente tenga una opinión más formada de un conflicto del cual no se sabe mucho, dijo Bardem, y reconoció que lograr la finalidad de evitar la subjetividad va a ser muy difícil.

Marruecos y el Frente Polisario, apoyado por Argelia, están enfrentados por la soberanía del Sahara Occidental, antigua colonia española anexada por Rabat en 1975, cuyo conflicto ha dejado a la deriva a cerca de 200 mil personas que viven en campos de refugiados.

Mancuerna con Benicio del Toro

Para el próximo año, Hollywood tiene prevista la posible actuación de Bardem –junto a Benicio del Toro– en la película Venuto al mondo, del italiano Sergio Castellitto, en la que ya está confirmada la participación de Penélope Cruz, esposa de Bardem desde hace un mes.

He oído hablar de esa cinta por Sergio (Castellito), pero por ahora no hay nada confirmado, aseguró el actor sin entrar en ningún detalle sobre la posibilidad de que la pareja de actores españoles, ambos ganadores del Óscar, se unan por tercera vez en el cine luego de Jamón, jamón (1992) y Vicky Cristina Barcelona (2008).