Bajo presión del recién nombrado secretario de Economía, Bruno Ferrari, la Secretaría de Educación Pública (SEP) modificó su propuesta original para regular la venta de alimentos y bebidas en escuelas, con lo que se permitirá comercializar productos light, denunció Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.

Dijo que la presión de Ferrari sobre sus homólogos Alonso Lujambio, de Educación Pública, y José Ángel Córdova, de Salud, es para que este viernes, en respuesta a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria, sean retirado el criterio de la densidad energética para alimentos y bebidas que se expenden en los planteles de educación básica de todo el país.

Esto significa que la venta de comida chatarra seguirá en las escuelas, sólo que en presentaciones más pequeñas o de 100 calorías, con lo cual de todas formas contribuyen al desarrollo del sobrepeso y la obesidad en la niñez mexicana.

La Fundación Mídete denunció la actitud de Ferrari, con lo que diversas empresas de comida chatarra están seguras de que ganarán la batalla, que sin ser una regulación oficial, ya tienen listo los portafolios de productos que venderán en cooperativas escolares en el siguiente ciclo escolar.

De modificarse los lineamientos para favorecer los intereses de la industria por encima de la salud de millones de niñas y niños, agregó la fundación, se confirmará la simulación y mentira del llamado Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria. Estrategia contra el Sobrepeso y la Obesidad, de los secretarios de Educación y de Salud, y principalmente de empresas que dicen ser socialmente responsables.

Lo que está ocurriendo es la demostración más evidente y pública de la incapacidad del Estado para resguardar el interés público de los intereses privados. Hemos visto cómo estos últimos han ido desmantelando una regulación que se proponía enfrentar una situación de emergencia en salud, el sobrepeso y la obesidad de la infancia que llegó ya al primer lugar mundial, señaló Calvillo.

Recordó que los edulcorantes artificiales no calóricos han generado una fuerte discusión entre la comunidad científica internacional por existir estudios que señalan riesgos en salud. Esto ha llevado a institutos de salud pública de varias naciones a recomendar que los menores no consuman los productos que los contienen, situación que en México se permitiría y alentaría abiertamente.

Calificó de indignante que los intereses de empresas como Coca Cola se impongan sobre las políticas urgentes de salud pública. Basta ver que esta empresa, así como Pepsico, desarrollan el marketing de sus bebidas light dirigido a jóvenes y adultos. Estas empresas no quieren salir de las escuelas ya que ahí deforman a los consumidores de por vida, señaló.