La Paz, 5 de agosto. El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció este jueves una nueva acción de Estados Unidos contra algunos gobernantes sudamericanos al pretender ligar al mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, con el terrorismo y a él mismo con el narcotráfico, como pretexto para intervenir en la región.

El gobernante indígena, quien dijo que llegó a esa conclusión después de escuchar algunos comentarios en el exterior y algunas amenazas internas, aseguró en conferencia de prensa que el objetivo central de esa intromisión son los recursos naturales.

Indicó que una prueba de esa injerencia son las bases militares que en el contexto del Plan Colombia, de lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, Washington instaló en territorio colombiano.

Por otro lado, Morales llamó al presidente Barack Obama a “impedir que continúe en vigor en el estado de Arizona la injusta y más dura ley migratoria de Estados Unidos, y evitar que el racismo se mantenga en su país.

No cometa el error histórico de permitir la vigencia de la legislación de discriminación, marginación y, sobre todo, de castigo racial, inhumano a los latinoamericanos, dijo Morales en una carta enviada a Obama, en la que le recordó el origen migrante de sus padres: Yo no sé que pensaría su padre, que fue migrante, si sintiera que ahora no podría vivir ni trabajar en Estados Unidos.

Esa ley, dijo, pretende revivir en el siglo XXI “una suerte de apartheid de discriminación política, económica, cultural, social y racial contra los latinoamericanos”, y consideró que sumada a la directiva del retorno voluntario que empezó a regir en la Unión Europea, pondrá en difícil situación a millones de seres humanos.

En tanto, se cumplió hoy el octavo día de huelga general indefinida con bloqueo de caminos en la ciudad de Potosí para demandar solución a un problema de límites con el departamento de Oruro, la construcción de una planta de cemento y la reactivación de la fundidora de Karachipampa.

El Comité Cívico Potosinista no acudió el pasado miércoles al diálogo con el gobierno nacional en la ciudad de Sucre, y en cambio dio al presidente Morales un ultimátum de 24 horas para que viaje a esa ciudad y atienda las demandas, o se iniciará una masiva huelga de hambre.