El empresario mexicano Carlos Slim –el hombre más rico del mundo, según la revista Forbes– se mostró en desacuerdo con la invitación lanzada por los empresarios estadunidenses Bill Gates y Warren Buffet, para que los hombres más ricos donen la mitad de sus fortunas a obras de beneficencia.

Slim afirmó que la inversión privada es la forma de superar la crisis que sufre la economía mundial. Donar la mitad de dinero para fines benéficos es al menos absurdo. Nadie puede decir con seguridad que esos recursos sean usados correctamente por las personas que tendrán ese dinero en sus manos. Entiendo perfectamente el deseo de las personas ricas de ayudar en la solución de problemas serios, pero no de esa forma. El dinero tiene que ser prestado para proyectos sociales importantes y personas concretas y competentes tienen que responder por su realización, afirmó el empresario, cuya fortuna se calcula en 53 mil 500 millones de dólares.

Generosos Forbes

En junio los empresarios más ricos de Estados Unidos Bill Gates y Warren Buffet (segundo y tercero a nivel mundial en la lista de Forbes) declararon su intención de donar la mitad de sus fortunas para proyectos filantrópicos e instaron a otros hombres ricos a seguir su ejemplo.

El pasado martes anunciaron que casi 40 empresarios respondieron a su llamado, entre ellos el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, el cineasta y George Lucas, el fundador de CNN, Ted Turner, el heredero de los hoteles Hilton, Barron Hilton, y David Rockefeller.

Slim y Gates donaron cuantiosas cantidades en la realización de un programa de salud y educación para la juventud de América Latina y México. A través de las fundaciones Telmex y Carlos Slim el empresario destina recursos para la formación y equipo tecnológico en centros docentes superiores enfocados hacia unos 165 mil jóvenes de familias de escasos recursos.

Es fundamental la inversión privada, la de origen público ya no es suficiente, sostuvo Slim. Señaló que este tipo de alianzas pueden establecerse por periodos de entre 20 y 30 años.

El Estado resolvía todo, pero el Estado se agota, no tiene la capacidad, se ve impotente para asumir ciertos servicios ahora, dijo.

Así lo afirmó en San Juan, Puerto Rico, donde subrayó la importancia de impulsar a las pequeñas y medianas empresas, auténticos motores de la economía de muchos países.