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Considera que Felipe Calderón cree que con desearlo, los problemas se resolverán

Los panistas no saben gobernar, son ineptos y arrogantes: obispo Abelardo Alvarado

El Presidente está solo y su discurso perdió credibilidad, escribe en la página del CCM

 
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de agosto de 2010, p. 15

Abelardo Alvarado Alcántara, obispo auxiliar emérito de la Arquidiócesis de México, aseguró que muchos de los problemas actuales del país se deben a que los panistas no saben gobernar y su inexperiencia, ineptitud y arrogancia los han llevado a cometer muchos errores.

En una nueva sección de la página de Internet del Centro Católico Multimedial (CCM) denominada La columna del obispo, el jerarca sostiene que no por nada diversos analistas políticos consideran que los 10 años de gobiernos panistas son la nueva decena trágica, ya que han sido un fracaso y han desilusionado a todos los que en su momento votaron en su favor con la esperanza de un cambio que no ha llegado.

Aunque mencionó que se ha dicho que las difíciles circunstancias actuales del país se deben a las crisis internacionales de los años recientes y al estancamiento de reformas estructurales, para el prelado la razón es que el gobierno actual no ha encontrado el camino y el rumbo para conducir al país, y agregó que por más que en el discurso del gobierno estemos mejorando, la realidad es que la situación en que nos encontramos es en extremo preocupante.

De acuerdo con el obispo, las razones que confirman ese panorama son que aumenta el número de pobres, la cantidad de desempleados, el pobre crecimiento del producto interno bruto, la calidad de la educación sigue siendo lamentable. Se mantiene la corrupción en todas las esferas de la vida pública, la burocracia y el dispendio en el gasto público, además del problema de la espiral de violencia que se ha desatado.

Afirma que la autoridad y la figura del Presidente mexicano se ha desgatado y devaluado, y alude a que quizás ello se debe a que se dice que el Presidente se encuentra secuestrado por el pequeño círculo de sus fieles colaboradores y no cuenta con operadores eficaces. Ante esa posibilidad, el jerarca estima que el mandatario está solo y su discurso ha perdido credibilidad.

En el sexto de 11 puntos, el obispo Alvarado Alcántara asegura que la forma de gobernar de Felipe Calderón es a base de voluntarismos, como si los problemas se solucionaran simplemente por declarar la propia voluntad de resolverlos.

Añade que aunque se ha insistido en que para acabar con las lacras se requiere la participación y el apoyo de la sociedad hacia el gobierno, lo cual califica como una verdad, también lo es el hecho de que hace falta un fuerte liderazgo capaz de despertar la confianza y la esperanza del pueblo.

Advirtió que el liderazgo no lo da el poder político, sino la personalidad del gobernante, sus ideas y su visión sobre los problemas y sus posibles soluciones, su capacidad para trasmitir su pensamiento y convencer al pueblo sobre lo acertado de sus propuestas. Alude que el Presidente no ha dado muestras de estas cualidades.

El obispo Alvarado Alcántara subraya que un presidente debe ser un gobernante que busque no los intereses de su partido o de los grupos políticos o empresariales, sino el bien común y el bienestar de la población. Debe gobernar para todos. Sus decisiones deben responder a las necesidades del pueblo. Sólo así estarán plenamente justificadas.