Es muestra de que se criminaliza la pobreza y la juventud, considera Pedro José Peñaloza
Plantea combatir la delincuencia con enfoque multidisciplinario, que incluya factores sociales
Miércoles 4 de agosto de 2010, p. 35
Más de 50 por ciento de la población penitenciaria del Distrito Federal tiene entre 18 y 30 años de edad. La mayoría están acusados de robo, cuyo monto no rebasa los 700 pesos, señaló el investigador Pedro José Peñaloza.
Durante su participación en un curso sobre Las ciencias penales y su implicaciones en el ámbito periodístico, el especialista manifestó que lo anterior es una muestra de que se criminaliza a la pobreza y la juventud, por lo que se pronunció porque el combate a la delincuencia se haga desde un enfoque multidisciplinario y transversal, que incluya los factores sociales.
Sólo en el primer semestre de esta año, dijo, ingresaron a los reclusorios de la ciudad 10 mil 813 personas, de las cuales 5 mil 963 no son mayores de 30 años. De éstos, 4 mil 963 fueron encarcelados por robo, que en 64 por ciento de los casos son los menos.
Según las cifras presentadas por el doctor en ciencias penales y política criminal, durante ese lapso, los principales actos ilícitos por los cuales los jóvenes fueron encarcelados son: contra la salud, con 290 ingresos; delitos sexuales, con 254; homicidio, con 208; lesiones, con 198 y privación ilegal de la libertad, con 106 ingresos.
Ante esta situación, Pedro José Peñaloza propuso que en el Consejo de Seguridad Pública del Distrito Federal se integren dependencias como las secretarías de Desarrollo Social y de Educación, con el propósito de fijar las políticas y acciones que permitan mejorar el nivel de vida de los jóvenes.
En México, según datos de su libro La juventud mexicana. Una radiografía de su incertidumbre, sólo 16 por ciento de los jóvenes que trabajan tienen seguridad social; la falta de empleo ha llevado, en los 10 años anteriores, a un millón 800 mil jóvenes con licenciatura, maestría o doctorado a emigrar. Además, de los 2 millones 300 mil niños que cada año ingresan a la primaria, sólo 20 mil llegan a la universidad.
La falta de oportunidades, explicó, tiene como consecuencia que este sector de la población tenga que optar por el comercio informal, emigrar a Estados Unidos o volverse delincuente para cubrir sus necesidades.