La corrupción frena medidas contra el calentamiento global
Impulsa el Klimaforo10 opciones como la permacultura cubana
Martes 3 de agosto de 2010, p. 38
Debe realizarse una acción política que muestre el rechazo a las falsas soluciones ofrecidas por el gobierno federal para combatir el cambio climático. Ese fue el fracaso de Copenhague y es un fracaso cantado para Cancún
, advirtió Miguel Valencia, organizador del Klimaforum10, reunión paralela a la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP-16) que se celebrará del 29 de noviembre al 10 de diciembre próximos en Quintana Roo.
Señaló que la corrupción de los gobiernos ha redundado en que no se tomen las medidas adecuadas, pues detrás de ellos están los grandes empresarios que hacen toda clase de cabildeos para que los legisladores defiendan sus intereses
.
Agregó que ante la falta de políticas gubernamentales que hagan frente al desastre climático, los ciudadanos deben aprender a ser autosuficientes en la generación de sus propios alimentos y crear un grupo de transición para cambiar formas de vida y de trabajo que reviertan, en lo posible, sus efectos negativos en la naturaleza.
Indicó que es una tarea a largo plazo y que es importante consumir menos electricidad, menos gasolina y usar menos el transporte.
La propuesta ecológica es cultivar los propios alimentos. Explicó que el encarecimiento de la comida se da por el cambio climático, porque se reducen las áreas en que se pueden producir.
Mencionó a Cuba como un ejemplo a seguir, pues el país adoptó hace diez años la permacultura, que es una forma en que mucha gente puede tener una huerta en casa. En Europa ya se acostumbra la agricultura urbana, es decir, cultivar en las azoteas.
Otra opción es consumir lo que está cerca de la ciudad, por eso le damos tanta importancia a Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta
porque son de los pocos espacios cultivables.
Hay que reducir la dependencia de alimentos que vienen de muy lejos, que además, para colmo, pueden ser transgénicos y manipulados.
Se trata de un cambio de paradigma, que incluye, además, lo que se llama adaptación
, es decir, defender lo propio, pero previendo los efectos de los desastres naturales.