Martes 3 de agosto de 2010, p. 14
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) fue la sede para celebrar este lunes la entrada en vigor de la Convención sobre Municiones en Racimo, instancia que cuenta con 108 Estados firmantes y 38 ratificaciones, entre ellas la de México.
En la ceremonia participaron representantes del cuerpo diplomático acreditado en México, del Comité Internacional de la Cruz Roja, y de la Coalición de organizaciones de la sociedad contra las Municiones en Racimo. México estuvo representado por personal de la Cancillería, la Secretaría de la Defensa Nacional y de Marina.
La Convención, resultado del denominado Proceso de Oslo, es un instrumento jurídicamente vinculante que prohibe la utilización de municiones en racimo, armas que por su naturaleza causan un daño humano inaceptable, durante y después de los conflictos armados; armas que por sus características no distinguen entre combatientes y civiles.
México participó activamente en el denominado Grupo Núcleo del Proceso de Oslo, junto con Austria, Irlanda, Noruega, Nueva Zelandia, Perú y el Vaticano. La posición mexicana, dirigida a fortalecer el Derecho Internacional Humanitario, buscó una prohibición total de las municiones en racimo, sin ninguna excepción.
Asimismo, México fue el primer país de América Latina y el Caribe en ratificar la Convención y depositar su instrumento el 6 de mayo de 2009.
Como muestra del apoyo hacia la pronta universalidad de esta importante convención, México continuará abordando el tema en sus reuniones a nivel bilateral, regional y multilateral.