La Comisión de Cultura de la LXI Legislatura y las autoridades culturales federales y estatales organizaron tres foros de análisis regionales para escuchar propuestas en torno a una ley de cultura.

De acuerdo con la diputada Kenia López Rabadán, presidenta de esa comisión, después de 15 años y cinco legislaturas no ha pasado nada y sigue como una deuda pendiente.

Para la legisladora sería muy conveniente que en esta legislatura dicho marco jurídico se aprobara, toda vez que se trata del año del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución.

Sería extraordinario, a través del Legislativo, poder dotar de un marco jurídico a nuestro país en el tema de cultura. El reto es entregar un documento que regule la cultura, explicó López Rabadán.

Aunque no hay una fecha perentoria, los acuerdos (entre los partidos políticos) tendrán que ser en este año; si no se llegan a acuerdos para generar esa iniciativa de ley, será muy complicado crear las condiciones en por lo menos los dos años venideros, consideró.

Con el tercer y último foro regional, zona centro, cuya jornada se efectuó este lunes en el Palacio Legislativo, se cierra la segunda etapa en busca de ese marco jurídico.

Entre las autoridades culturales institucionales participaron Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA); Elena Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura del DF; Teresa Vicencio, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes, y Alfonso de Maria y Campos, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, quienes coincidieron en la necesidad de fortalecer las instituciones que encabezan.

En su momento el jurista y antropólogo Bolfy Cottom crítico la ineficacia de las instituciones culturales y destacó que casi siempre se piensa que las leyes van a resolver los problemas culturales del país y se pierde de vista que sencillamente son herramientas que pueden contribuir al vínculo entre el Estado y la sociedad.

Señaló como problema fundamental “la pérdida de rumbo del Estado mexicano respecto de una ruptura entre la educación y la cultura.

“Por la vía de los hechos el CNCA, con el aval desafortunado de la SEP, la educación ha ido cediendo espacios a una visión elitista y excluyente del aspecto cultural, amén de que en los discursos se hable de diversidad. Ahí hay un problema entre los discursos y los hechos.

“Parecería que se quiere –explicó Cottom– encajar todo en un solo instrumento normativo, con lo que se pierde de vista otros marcos estatales y municipales que quedarían desarticulados.”

Cuestionó la frase derecho al acceso a la cultura, como una idea elitista, pues de ninguna manera necesitamos pedir permiso al Estado para ser cultos. Para concluir, expresó que existe una confusión sobre lo que se entiende como derechos culturales y propuso la creación de un catálogo de los mismos.

Los otros dos foros se realizaron en Mérida, Yucatán y Ensenada, Baja California, los cuales sirvieron, dijo López Rabadán, para escuchar a quienes en diversas ocasiones desafortunadamente no pueden ser escuchados.

En una tercera etapa, las propuestas serán analizadas en la Comisión de Cultura para crear una iniciativa de ley y presentarla al pleno de la Cámara el próximo periodo de sesiones, en septiembre.