Zapopan, 30 de julio. Aún enfundado en la casaca rojiblanca, Javier Chicharito Hernández anotó a los ocho minutos del partido amistoso entre Guadalajara y su nuevo equipo, Manchester United, el primer gol en la historia del nuevo coliseo del Rebaño Sagrado, el estadio Omnilife.

Como estaba previsto desde su contratación, el refuerzo de los británicos red devils inició el partido con el equipo tapatío y, a los ocho minutos del silbatazo inicial del mundialista Armando Archundia, concretó una llegada con disparo de zurda para abrir el marcador.

Adolfo Bofo Bautista le puso un servicio fuera del área y Chicharito, ovacionado por la afición rojiblanca, llegó de frente y sin mucho pensarlo metió zurdazo raso al rincón izquierdo para el 1-0.

Hernández, mundialista por México en Sudáfrica 2010, donde marcó dos goles, ya había sido autor de anotaciones especiales: en su debut con Chivas y el miércoles anterior, cuando jugó su primer encuentro con el cuadro inglés frente al Equipo de Estrellas de la Liga Mayor de Futbol de Estados Unidos (MLS, por sus siglas en inglés).

El marcador se igualó de inmediato, en la siguiente jugada, tras un tiro de esquina que Christopher Smalling pescó y remató con la cabeza hacia el poste derecho del arco defendido en ese momento por Luis Ernesto Michel.

El 2-1 se lo anotó el mismo Bofo, a los 38 minutos, cuando habilitado en el área por Alberto Venado Medina, sólo tocó en dirección cambiada para vencer a Tomasz Kuszczak.

Después del medio tiempo

La fiesta en el flamante recinto continuó en el medio tiempo y el lucimiento rojiblanco siguió con Héctor Reynoso, que a los 58 minutos dio un buen salto tras un esquinero para sacar un testarazo que dejó sin oportunidad al arquero polaco.

Manchester cerró la cuenta al 79. Nani capitalizó un rebote dentro del área chiva ante la salida apresurada de Sergio Arias, quien para entonces ya era uno de los nueve cambios que hizo el rebaño.

Chicharito salió con el Manchester United para la segunda mitad, aunque a los pocos minutos se despidió con ovación, festejo que contrastó con la tristeza que embargó a Omar Bravo –sólo jugó el primer tiempo– por el fallecimiento de su padre, Daniel Bravo Jiménez, quien perdió la vida dos horas antes de iniciarse el partido, en Los Mochis, debido a problemas hepáticos.

En medio de una tormenta multicolor de fuegos pirotécnicos que surcaron el cielo, se inauguró el estadio que albergará las nuevas acciones de uno de los clubes más populares de México. La luz del día comenzó a opacarse de manera paulatina para dar paso a la velada.

Decenas de fuegos artificiales iluminaron con múltiples colores y estruendosas explosiones estremecieron la atmósfera.

El cantante Reyli interpretó el nuevo himno de Chivas de Guadalajara, acompañado de niños y adolescentes con playeras rojiblancas, mientras enormes balones de plástico se deslizaron entre las tribunas.

En el centro del campo se formó una figura cuadrangular con jóvenes que portaron tambores iluminados, mientras 11 enormes chivas con armaduras representaron a los jugadores rojiblancos.

Posteriormente se constituyó un monumental mosaico, integrado al unísono por más de 45 mil almas, en una dinámica que creó un espectáculo visual imponente.

El nuevo estadio del club Guadalajara se estrenó al ritmo del tradicional grito de Chivas, Chivas, aunque debido al alto costo de los boletos, buena parte de las tribunas estuvieron vacías.