Y este Usigli, ¿ya murió o nos estaba espiando?, lanzó alguien del público tras una función de El gesticulador, hace unos días. Se lo contó un locutor de radio al actor Juan Ferrara, quien interpreta al protagonista de la obra de Rodolfo Usigli.

En efecto, la puesta en escena mantiene su actualidad, en su retrato del poder y la corrupción.

La política no va a solucionar ningún problema en el mundo. Los políticos, sean de derecha o izquierda, no hacen más que tapar hoyos, dijo Ferrara en entrevista posterior a una función. Recordó que un filósofo, parafraseando a Churchill, dijo que la política era demasiado importante para dejarla en manos de los políticos, y que la tendrían que manejar los filósofos. Si el mundo avanzara realmente, se tendría que ver desde el punto de vista filosófico.

Opinó que ni el socialismo de la URSS ni el capitalismo lograron algo. Tenemos una sociedad sumida en la drogadicción, la prostitución, en la degradación social, dijo. Actualmente el capitalismo es una de las lacras más grandes posibles, siguió. Produce la enfermedad más grande que hay y ha habido en el mundo: la depresión, que es no poder lograr nada, no sentirse parte de la sociedad ni creativo, ni que puedes hacer algo. Eso es el capitalismo.

Usigli escribió El gesticulador, crítica al gobierno posrevolucionario, al poder, la corrupción y la demagogia, en 1938, y se estrenó nueve años después. Salvador Novo, entonces director de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes, la censuró.

Ferrara, quien se define como librepensador, opinó que no es que la Revolución haya fracasado, sino que es como el que no sabe hacer casas y hace la primera. Aunque le haya quedado muy fea, es un logro.

Más adelante dijo que se trata de algo así como la cuarta casa porque la primera que se hizo fue la fusión con los españoles; una cosa medio rara. No nos gustó. Hicimos otra, la Independencia, tampoco quedó bien, seguía habiendo demasiados poderes fácticos. Se hizo la tercera, la Revolución, tampoco quedó bien.

Así que toca la cuarta: Ahora vamos a hacerla bien. Y que no sea por la vía armada, aclaró. Quizá ni siquiera construir una casa nueva, sino empezar a construir chozas en el campo, el sueño del kibutz o del koljoz. Vivir más simplemente.

Así que planteó irse al campo: 50 chavos que se vayan con sus chavas, que pesquen, hagan el amor, jueguen, creen su propia riqueza. Van a ser mucho más felices que en la ciudad. Ferrara soñaba con eso para él mismo hace muchos años. Que sepan lo que cuesta sacar un pescado del mar. Dijo que hay que aspirar a una cultura amorosa porque vivimos en una odiosa.

Si bien es la obra más famosa de uno de los dramaturgos mexicanos más conocidos del siglo pasado, Ferrara opinó que para una gran mayoría, la obra es desconocida.

El actor interpreta a César Rubio, maestro universitario que se hace pasar por un héroe de la revolución.

En México existe una aristocracia de los políticos; los políticos son todo. A un doctor importantísimo, un gran deportista, artista, lo tratan un ratito y ya. Pero a los políticos les dan bola y hablan de ellos todo el día, como si fueran seres extraterrestres.

El actor opinó que si algo ha cambiado en el país desde que Usigli escribió la obra es que hay mucha más libertad de decir las cosas. Pero el mexicano tiene un pensamiento oficial y un pensamiento personal, que no emite hasta que está borracho.

Doble moral

La violencia tan a flor de piel en la obra posrevolucionaria necesariamente recuerda la de hoy.

Los consumidores de drogas patrocinan la violencia actual, opinó Ferrara. Hay una doble moral que consiste en: se pasa toda la semana metiéndose cocaína y el fin de semana, cuando alguien lo asalta, se molesta porque el gobierno no hace nada por él. Pero si tú eres el que lleva toda la semana patrocinando a los criminales. El verdadero poder se lo dan los consumidores a los narcotraficantes.

En suma, el actor opinó que lo que le hace falta al mundo es decencia.

Dirección y versión: Antonio Crestani. Actores: Juan Ferrara, Joaquín Garrido, Verónica Langer, Julián Pastor, Jorge Ávalos, Irineo Álvarez, Damayanti Quintanar, José María Mantilla, Fernando Banda y Aldo Verástegui.

El gesticulador se presenta los viernes (20:30 horas), sábados (18 y 20:30 horas) y domingos (13 y 17:30 horas), en el Foro Cultural Chapultepec, en el Centro Deportivo Chapultepec (Mariano Escobedo 665, Anzures).