Nueva York. La policía neoyorquina deberá pagar una multa de 3.25 millones de dólares por matar a un hombre desarmado, informó ayer el diario New York Times. La alcaldía acordó el pago de la indemnización a los deudos de Sean Bell, quien fue asesinado la víspera de su boda, durante su despedida de soltero. Si bien Bell tenía antecedentes penales, estaba desarmado cuando la policía le disparó. En noviembre de 2006, la víctima, luego de un festejo en un local de strip-tease en el distrito de Queens, atropelló con su vehículo un automóvil policial y a un agente de civil frente al establecimiento. Los cinco uniformados abrieron fuego y acribillaron con 50 impactos de bala al hombre de 23 años. Tres de los policías fueron denunciados pero declarados inocentes dos años después. En sus declaraciones adujeron que Bell habló de armas durante el festejo. El incidente y la liberación llevaron a fuertes reacciones porque Bell era de raza negra. No obstante, los policías negaron haber disparado por cuestiones raciales. Varios de los policías eran afroestadunidenses. El tiroteo subraya las dificultades con que a diario se deben enfrentar nuestros policías, dijo el procurador de la ciudad de Nueva York, poco después del acuerdo.