Durango, Dgo., 26 de julio. Unos 35 internos del Centro de Readaptación Social (Cereso) número 2 de Gómez Palacio se manifestaron con pancartas cerca del mediodía de este lunes en la azotea del reclusorio para exigir que regrese a sus funciones la directora del lugar, Margarita Rojas Rodríguez, arraigada por presunta complicidad en la salida de reos para cometer asesinatos, como las matanzas perpetradas en Torreón el pasado día 18, así como en mayo y enero pasados. Asimismo, fue hallado en el sitio el cadáver de una custodia.

Afuera del Cereso, parientes de los internos también protestaron para solicitar el retiro de los elementos federales que resguardan el lugar, así como que se destituya a Noel Díaz Rodríguez, quien asumió el control del penal desde que Rojas Rodríguez fue detenida por fuerzas federales, el jueves pasado.

Exigieron permitir otra vez las visitas familiares, suspendidas desde el sábado anterior.

La movilización de internos y familiares concluyó al filo de las 15 horas.

Unos 100 efectivos de la policía estatal mantuvieron rodeado el penal, mientras militares efectuaron rondines con intención de disuadir posibles desmanes.

La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) confirmó la muerte con arma punzopenetrante de Ofelia Verónica Lares Rodríguez, de 45 años, quien se desempeñaba como custodia en el centro penitenciario.

La PGJE señaló que alrededor de las 14:35 horas se pidió la presencia en el Cereso de personal del Ministerio Público del fuero común y del Servicio Médico Forense (Semefo) para realizar las diligencias relacionadas con el levantamiento del cadáver de Lares Rodríguez, el cual fue encontrado en el área de visita conyugal, donde realizaba su trabajo.

La procuraduría indicó que la vigilante recibió heridas de arma punzopenetrante en tórax y abdomen, y que sus compañeros de turno manifestaron no haberse percatado de quién la agredió.

Agregó que el cuerpo fue trasladada a las instalaciones del Semefo, situado en la Subprocuraduría de Justicia de la región lagunera, en Gómez Palacio, para realizarle la necropsia de ley.

Por su parte, el gobernador Ismael Hernández Deras calificó de acto de traición a las instituciones y a la propia sociedad los hechos delictivos de los funcionarios del Cereso número 2.

El mandatario estatal ratificó su disposición y apertura para que se llegue al fondo en las investigaciones, y manifestó que los servidores públicos implicados deberán asumir las consecuencias de su conducta, la cual traiciona la confianza que en su momento fue depositada en ellos.

Reconoció también la constante comunicación que existe entre el gobierno estatal, la Secretaría de Gobernación y la Procuraduría General de la República para coadyuvar en las investigaciones sobre Margarita Rojas Rodríguez; Roberto Enrique Saguayo, jefe de seguridad, del Cereso; José Guadalupe Rivas, jefe de vigilancia, así como del subdirector Francisco Carlos Alberto Uranga, quienes se encuentran arraigados.