Chivas buscará esta noche avanzar por primera vez a la final de la Copa Libertadores de América, pero antes tendrá que vencer a la Universidad de Chile, en el duelo de ida en semifinales que disputarán en el estadio Azteca.

El Rebaño Sagrado llega a esta fase por tercera vez, aunque en las dos ocasiones anteriores fue eliminado por clubes brasileños: Atlético Paranaense, en 2005, y Sao Paulo, en 2006.

Este año los tapatíos alcanzaron la instancia luego de superar de manera apretada al argentino Vélez Sarsfield y al paraguayo Libertad y, cabe destacar, cumplieron los octavos y cuartos de final con un equipo juvenil alterno, pues cinco de sus titulares se preparaban con la selección mexicana para ir al Mundial.

Para este compromiso llegó ayer por la tarde el conjunto rojiblanco. Arribaron en silencio, sin dar declaraciones a la prensa y limitando su atención a un puñado de aficionados, con un único objetivo: que la tercera sea la vencida.

Ante el hermetismo del departamento de prensa del club Guadalajara, que como otras veces no informó horario ni lugar de arribo del equipo, hubo confusión y sólo unos 20 seguidores aguardaron en la terminal dos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, mientras varias decenas se agolparon en la otra terminal, pero se quedaron sin poder saludar a los jugadores.

El plantel rojiblanco, que se negó a hacer declaraciones, según explicaron por órdenes del club, llegó completo y no se reportan bajas ni lesiones. Entre los convocados está Omar Bravo, quien iniciará el juego, adelantó el técnico José Luis Real.

El delantero fichó para el Kansas City, pero seguirá participando con Chivas hasta reportarse con el equipo de Estados Unidos, el 6 de agosto, por lo cual también podría alinear en el duelo de vuelta del torneo.

Al concluir el último entrenamiento en Verde Valle, Real aseguró que llegan lo mejor preparados, y confió en que pueden mejorar la buena imagen que dejaron hasta aquí. El técnico prometió un planteamiento ofensivo ante el cuadro chileno para buscar acercarse a la final, que sería algo histórico. Hasta la noche de ayer la venta de boletos estaba por debajo de lo previsto, pero los organizadores esperan que la demanda aumente este martes.