Viernes 23 de julio de 2010, p. 41
La pobreza, la indigencia y la precariedad laboral son fenómenos socioeconómicos que se han feminizado
en años recientes, pues si bien afectan a millones de personas, son las mujeres quienes más han resentido sus efectos negativos y a quienes muchas empresas reservan
los empleos con peores condiciones.
Así lo advirtieron académicas en el seminario Reforma laboral y las mujeres trabajadoras, realizado ayer en la sede del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana por iniciativa de la Fundación Friederich Ebert, el grupo Comunicación e Información de la Mujer y la Unión Nacional de Trabajadores.
La economista Itzel Contreras Chávez, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expuso algunos indicadores que evidencian de qué manera la fuerza de trabajo femenina ha resentido aun con más gravedad los efectos del modelo neoliberal.
El 40.4 por ciento de la población económicamente activa en todo el mundo está integrado por mujeres, 81 por ciento de las cuales se encuentran en el sector servicios, campo de actividades donde la precariedad ha ido en aumento.