Atrae la SIEDO la pesquisa de la masacre de 17 jóvenes perpetrada el domingo pasado
Según documentos recabados por SSP, sólo uno de cada 10 civiles caídos sería blanco de sicarios
Viernes 23 de julio de 2010, p. 14
Los primeros 80 de 200 agentes de la Policía Federal (PF) que se desplazarán a Torreón, Coahuila, arribaron a esa ciudad la madrugada del jueves y a su paso por el periférico Raúl López Sánchez se encontraron con los cadáveres de tres hombres que acababan de ser asesinados.
La Fiscalía General del Estado informó que el resto de los agentes llegarán a Torreón en las siguientes 48 horas y estarán bajo el mando del comisario Raúl Ávila Ibarra, coordinador de la PF en Coahuila.
La Secretaría de Seguridad Pública federal autorizó el despliegue policiaco luego de que la madrugada del 18 de julio 17 asistentes a un cumpleaños en la quinta Italia Inn fueron asesinados por un grupo armado.
A bordo de 15 patrullas, el primer grupo de policías ingresó a Torreón poco después de la 1:30 de la madrugada y al transitar por el periférico Raúl López Sánchez, en el trayecto a la zona centro, se toparon con los cuerpos de tres personas que minutos antes habían sido asesinadas a balazos.
Los efectivos federales pasaron por el lugar justo cuando el Ministerio Público y peritos de la fiscalía estatal realizaban el levantamiento de los cadáveres.
El gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, consideró que los agentes enviados a la entidad son insuficientes
para combatir con eficacia las bandas del crimen organizado que operan en la Comarca Lagunera de Coahuila y Durango.
Pidió que en el menor tiempo posible la Federación refuerce la presencia policiaca en la zona y se instaure un mando único que coordine las operaciones en municipios de ambos estados, como Torreón, Coahuila, y Gómez Palacio, Durango, pues aseguró que el problema de inseguridad en el área es regional
.
La investigación de la masacre fue atraída por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la Procuraduría General de la República (PGR), al tiempo que un área de inteligencia de la Policía Federal (PF) inició en la zona de la Comarca Lagunera sus propias pesquisas para esclarecer los hechos, revelaron fuentes gubernamentales.
Ninguna autoridad federal ha informado de manera oficial sobre los avances en las indagatorias, mientras los funcionarios consultados por La Jornada aseguraron que a cinco días de la matanza los investigadores ni siquiera cuentan con indicios para ubicar el paradero de los sicarios que irrumpieron en la fiesta de cumpleaños y balearon a los asistentes.
Por ahora lo único que tienen claro los investigadores es que el anfitrión del festejo, identificado como Carlos Mota Méndez, quien celebraba su cumpleaños 31, presuntamente tenía vínculos con narcotraficantes, y que los sicarios que lo asesinaron a él y a otras 16 personas pertenecerían a un grupo criminal antagónico.
También elementos del área de inteligencia de la PF llegaron a la entidad, y desde ayer recopilan y analizan información relacionada con los grupos del crimen organizado que operan en Coahuila.
La investigación que realiza la PF es independiente de la que efectúan los fiscales de la SIEDO en colaboración con autoridades de la entidad.
Informes recabados por la Secretaría de Seguridad Pública federal refieren que la escisión del cártel del Golfo y Los Zetas, aunado al surgimiento de un grupo criminal denominado de Unidad de Limpieza Antizetas, contribuyó a que en la zona de la Comarca Lagunera se perpetraran una serie de ejecuciones en lugares públicos, donde por cada 10 civiles muertos sólo uno sería objetivo de los sicarios.
Según los documentos recabados por la dependencia federal, la pugna en Tamaulipas entre Los Zetas de Heriberto Lazcano, El Lazca, y el cártel del Golfo, que lidera Jorge Eduardo Costilla, El Coss, tuvo un efecto contaminante
hacia estados como San Luis Potosí, Nuevo León y Coahuila, ya que muchos de los integrantes de ambas agrupaciones criminales tomaron esas entidades como refugio.