Jueves 22 de julio de 2010, p. 41
Al reconocer a los mil estudiantes de sexto de primaria ganadores del concurso Bicentenario Centenario de la Olimpiada del Conocimiento Infantil 2010, el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, pidió a estos alumnos que dediquen parte de su esfuerzo a luchar contra el creciente fenómeno del acoso escolar, y los exhortó a que “no se dejen intimidar por quienes los llaman ‘matados’”.
En una ceremonia a la que asistieron alumnos galardonados de las 32 entidades, el funcionario afirmó: “Seguramente muchos de ustedes han sido molestados en su escuela porque son buenos estudiantes. Saben lo que es ser agobiados por sus compañeros, pues estamos viviendo esto que llamamos bullying de manera cada vez más grave en las escuelas”.
Mientras el funcionario hizo un llamado para que el acoso no destruya el espacio civilizatorio que es la escuela
, algunos de los galardonados, provenientes de Nuevo León, Coahuila y Sonora, señalaron que el principal temor no es un compañero, sino la violencia, porque te da miedo hasta ir a clases
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Moisés Díaz, alumno de Monterrey, afirmó: Nos preocupa mucho la inseguridad. Creo que la única solución es la educación, porque hay muchas personas que no tuvieron esa posibilidad y se dedican a robar o a otras cosas ilícitas
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Rosa Gutiérrez, egresada de un plantel del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), aseguró que a todos nos preocupa mucho la inseguridad. Ya no puedes salir a la calle porque te pueden robar. No sabes si te van a matar a secuestrar o si vas a regresar
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Los alumnos, quienes recibieron un diploma, así como una beca de mil pesos mensuales durante los tres años de secundaria, señalaron: sólo pedimos ya no tener miedo y que haya trabajo para nuestros papás, porque luego es muy difícil seguir estudiando
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Lujambio añadió que al ser destacados, también les corresponde trabajar por el fortalecimiento de la calidad educativa
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Deben esforzarse por contener el acoso escolar, pues en muchas ocasiones el problema no está tanto en el que molesta ni en la reacción de la víctima, si no en la de quienes ven como unos molestan a otros y no intervienen. No hacen nada y hasta le festejan sus graciosadas a quien sistemáticamente molesta
, insistió.
“Por ello –afirmó– no podemos permitir que se deteriore la vida colectiva de México.”