A propuesta del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la Comisión Permanente exhortó al gobierno federal a moderar su lenguaje y reconocer que el bombazo en Ciudad Juárez –donde murieron policías federales– es un acto de terrorismo. Asimismo, solicitó al titular de Seguridad Pública (SSP), Genaro García Luna, que informe al Poder Legislativo cuáles medidas ha previsto contra actos terroristas, o si no las ha tomado.

También se demandó una investigación con todos los detalles periciales de lo que sucedió en Ciudad Juárez; que se conozca la verdad sobre todas las víctimas y se repare el daño.

El diputado Jorge Carlos Ramírez Marín advirtió que los mexicanos no pueden acostumbrarse a la violencia, y reprochó: ¿Por qué regatean el término de terrorismo, si cuando ponían petardos en los bancos dijeron que eran actos terroristas?

En tribuna, al presentar un punto de acuerdo, el priísta Manuel Cadena sostuvo que las declaraciones de los encargados de la seguridad pública nacional han tratado de atemperar la gravedad del coche bomba que se hizo explotar al paso de policías federales el 15 de julio en Ciudad Juárez.

Dijo que aunque no se trata de atribuir una dimensión mayor al atentado, se tiene la percepción de que fue un acto de terrorismo, como el ocurrido en Morelia, Michoacán, en 2008.

No queremos ser catastrofistas, sino que esta explosión se coloque en su justa dimensión y por eso se presenta el punto de acuerdo, para decirle al gobierno federal que este asunto no es de la menor cuantía, resaltó.

Consideró que si la administración federal no quiere asumir que fue una acción terrorista, su obligación es tomar medidas para evitar que se repita; “no esperar a que haya un tercer acto de este tipo para decir ‘sí es cierto que hay actos terroristas’. Si lo fue o no, lo cierto es que fue muy delicado y contribuyó a manifestar una vez más la inseguridad en que viven los mexicanos”, dijo.

Riesgos de la estrategia

En entrevista, Ramírez Marín sostuvo que la fallida estrategia de Felipe Calderón contra la delincuencia implica el riesgo de que ésta gane.

La definición de locura es hacer siempre lo mismo, de la misma forma, a pesar de lo mal que salga. Si se sigue con la misma estrategia, a pesar de que el número de muertos aumenta, de plano hay que pensar que no se quiere obrar con cordura, afirmó.

Consideró que Felipe Calderón no quiere cambiar su política anticrimen, porque significaría darle la razón a quienes hemos dicho que está equivocado, aun cuando, por ejemplo, Petróleos Mexicanos ha cerrado pozos o cancela rutas de distribución por los embates del crimen organizado.