La Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG) sostuvo que la imposición de la ley de etiquetado de origen en Estados Unidos provocó pérdidas por más de 12 mil millones de pesos el año pasado y teme que dicha cantidad se eleve al término de 2010.

Oswaldo Cházaro Montalvo, dirigente de la CNOG, pidió al Poder Legislativo que intervenga ante su homólogo de Estados Unidos para que se apliquen los principios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con el fin de frenar la aplicación de dicha ley.

Esa normativa, conocida como COOL (por sus siglas en inglés), contradice el principio básico del tratado comercial que entró en vigor en 1994, pues establece que debe darse trato nacional a los productos de importación de los países firmantes del acuerdo.

El presidente de la Comisión de Desarrollo Rural del Senado, Heladio Ramírez López, comentó que las autoridades sanitarias estadunidenses argumentan que México no cuenta con un sistema confiable de sanidad animal que garantice que los sitios de origen del ganado estén libres de enfermedades transmisibles a los seres humanos.

Los ganaderos han demostrado que enfermedades como la fiebre aftosa y la encefalitis equina venezolana están erradicadas y han tomado todas las precauciones para evitar el ingreso de la enfermedad de las vacas locas, dijo el legislador al término de la reunión. Hay preocupación en el sector productivo porque el sistema de sanidad animal es inferior al de Estados Unidos, no sólo por las asimetrías presupuestales, sino porque se desmanteló lo que se había construido.

Además de esos obstáculos sanitarios, los porcicultores están en un proceso de recuperación, luego de la alarma lanzada por la Secretaría de Salud, por lo que inicialmente denominaron fiebre porcina (A/H1N1) y que provocó que un millón de cerdos se quedaran en los anaqueles. También 500 mil productores de becerros están en espera de que las autoridades les otorguen apoyos para proteger 5 millones de cabezas, y los avicultores se encuentran en alerta por la firma del tratado comercial con Brasil, tercer productor mundial de pollo y pavo.

El sector ganadero, dijo, está en riesgo por la falta de una política integral y la insensibilidad de la autoridad para proteger a los ganaderos del país de una competencia asimétrica y desleal de los socios comerciales.

De su lado, la Organización para la Agricultura y la Alimentación prevé que en este año el país incremente en dos por ciento sus importaciones de carne bovina, y apuntó que la producción mundial de ésta seguirá estancada, debido a los altos precios de los insumos. En Estados Unidos la producción descenderá uno por ciento; es decir, será menor a los 12 millones de toneladas, pues los rancheros están reduciendo la engorda intensiva de ganado.

El comercio mundial de carne bovina, ave, cerdo y ovino se incrementará menos de medio punto porcentual con respecto al año pasado debido a los cambios climatológicos, aumentos de los costos de los insumos en algunos países, y cambios en normas comerciales.