Descarta que se trate de una nueva fase de la violencia del narco
Miércoles 21 de julio de 2010, p. 14
Washington, 20 de julio. El coche bomba que dejó cuatro muertos en Ciudad Juárez no marca el inicio de una nueva fase en los métodos de violencia de los cárteles de la droga en México, afirmó el embajador mexicano en Washington, Arturo Sarukhán.
“Esto parecería no sugerir necesariamente que estamos entrando en una nueva fase de violencia de los cárteles de la droga”, indicó Sarukhán, durante un acto sobre seguridad en la frontera con México en el Congreso de Estados Unidos.
El ataque con coche bomba del jueves pasado contra una caravana policial, que dejó 11 heridos, fue el primer atentado de este tipo en Ciudad Juárez, vecina de la estadunidense El Paso (Texas), y convertida en la más violenta del mundo por las luchas entre cárteles narcotraficantes rivales.
Sarukhán señaló que es importante no crear la percepción de que se ha vuelto una política indiscriminada del crimen organizado el amenazar o atacar civiles
, al subrayar que el coche bomba tenía como objetivo la policía.
No es la primera vez que los cárteles de la droga, cuya violencia ha dejado casi 25 mil muertes desde diciembre de 2006, han usado otros métodos
para sembrar el terror, indicó el embajador.
El gobierno del presidente Barack Obama mostró preocupación por el coche bomba en Ciudad Juárez, pero también ha matizado su importancia, recordando que los cárteles tienen enormes recursos a su disposición.
Espero que las reglas del juego no hayan cambiado
con el coche bomba, dijo en el acto Henry Cuellar, congresista demócrata por el estado fronterizo de Texas.
Cuellar, quien dirige la Subcomisión de Fronteras de la Cámara de Representantes, afirmó que alrededor de 93 por ciento de las muertos por la violencia en México están relacionados con el narcotráfico y que sólo un mínimo porcentaje
son ciudadanos comunes.