Domingo 18 de julio de 2010, p. 29
Puerto Vallarta, Jal. Pese a las aportaciones del municipio y la sociedad, los adolescentes recluidos en el Centro Preventivo para Menores Infractores padecen hacinamiento, precaria alimentación y deficiente ayuda profesional que hacen inviable su rehabilitación social, pues el inmueble es una pequeña cárcel con celdas de cuatro por cuatro metros, y ellos no pueden salir al patio ni realizar actividades deportivas por falta de vigilancia policiaca, mientras el gobierno del estado los tiene en el olvido, afirmó el director de la dependencia, José Alfredo Medina.