17 de julio de 2010     Número 34

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada


FOTO: Pietro Andrea Mattioli

Veracruz

Por conservar la semilla

Felipe Zeferino Teófilo

Los procesos sociales surgidos a fines de los 70s y principios de los 80s se enfocaron a impulsar la participación ciudadana y una sociedad más democrática, frente a los caciquismos regionales, Al iniciar los 90s emergió la preocupación sobre el vínculo recursos naturales-hombre, y en ese marco, en la sierra de Soteapan y Pajapan, nació el Frente Popular de Organizaciones del Sureste de Veracruz (Freposev).

En 1992 iniciamos las “convivencias de la laguna”, un espacio para reflexionar sobre los recursos naturales, que ha generado acciones de reforestación, cuidado de animales en extinción y de no quema.

Desde 1990 se inició la investigación, estudio y reflexión de la teología étnica en las comunidades popolucas de Soteapan, y en 1996 en la zona náhuatl de Pajapan, con la participación constante y entusiasta de un grupo de indígenas por recuperar sus ritos y tradiciones sobre Jomchuk (Dios del Maíz para el pueblo popoluca) y Cintiopil (para el pueblo náhuatl). En 20 años estos pueblos recuperaron sus ritos y los integraron a su vida comunitaria.

En mayo del 2003, en Chacalapa, iniciamos los encuentros de productores de maíces nativos. Fue un primer acercamiento con la gente que ya traía la experiencia de estos procesos organizativos y agroecológicos. En este marco surgió la preocupación de la invasión de los maíces pintados, que desplazan a los nativos, y hablamos de cómo obtener las semillas nativas cuando se les pierde por sequía, por plaga o por dejar de sembrar cuando no resulta redituable. En estos encuentros los ancianos comparten algunos cuentos sobre el maíz y nos hablan de la forma de cuidar las semillas para que no se piquen, así como de métodos para conservar las semillas nativas. Y se han integrado las compañeras que utilizan el maíz para diversos alimentos, como el tamal, pozol, atole, pinole y las tortillas.

Todo este proceso de encuentros campesinos, aunados a recorridos de parcelas y prácticas agroecológicas como elaboración de compostas y fertilizantes foliares, uso de sembradora manual, rotación de cultivo, siembra de leguminosas y conocimiento de plantas repelentes a las plagas y de la influencia de fases lunares en la agricultura, nos ha venido capacitando y nos ha hecho tomar conciencia de que no sólo debemos defender el maíz nativo, sino la manera de producirlo, que es la milpa, en donde el maíz no está solo, sino acompañado del tomatito, del cebollín, del chile, la calabaza, el plátano la yuca, el frijol, el cilantro, los quelites y más. Y damos a conocer esto a todos en la región y expresamos la necesidad de producir excedentes de semillas nativas para ofrecerlos a quienes acuden a los encuentros y ferias campesinas.

En 2008 fue importante la propuesta de la asociación Semillas de Vida, que nos proporcionó los medios para realizar el sueño de cultivar una hectárea de maíz nativo entre varios campesinos para obtener semillas de maíces nativos y juntar 16 costales de maíz seleccionado por los mismos campesinos, según sus usos y costumbres, y ofrecerlos en el encuentro de mayo del 2009.

¿Cómo logramos esto? Se platicó con los compañeros más entusiastas en conservar el maíz; se realizó un pequeño diagnóstico de los maíces que se siembran en la región: para qué los usan, cómo los cuidan, cuántos años tienen de conservar sus semillas y por qué, y con qué cultivos asocian el maíz.

Finalmente se hizo un de equipo 16 campesinos, la mayoría jóvenes y mujeres. Además de su siembra habitual, cada uno trabajó una tarea (25X25 metros): se encargaron de preparar la tierra, sembrarla, darle mantenimiento, cosecharla, seleccionar la semilla y sembrar el segundo ciclo (Tapachol), realizar las tareas necesarias hasta cosechar y volver a seleccionar semilla hasta entregar la costalilla de maíz en el encuentro de mayo de 2009.

Equipo Nahua Popoluca

Guerrero

AGENDA RURAL

Evento: Octavo Congreso de la AMER. “Campesinos y procesos rurales: diversidad, disputas y alternativas”. Lugar: Sede del congreso: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Puebla, Pue. Fecha: 24 al 27 de mayo de 2011.En breve, la convocatoria estará disponible también en la página web www.amer.org.mx


Libro: Milpas y cafetales en los Altos de Chiapas. Autoras: Rosario Cobo y Lorena Paz Paredes. Introducción y epílogo: Armando Bartra. Serie: Acciones / Número 7. Editores: Semarnat, Cobabio, Corredor Biológico Mesoamericano México, Global Environment Facility, Instituto de Estudios para el Desarrollo Rural Maya.


Revista: Rojo Amate Informes: http://rojoamate.blogspot. com/


Video: Sembrando un futuro. Alternativas agroecológicas del pueblo Ñu Saavi a la desertifi cación en la Mixteca Alta. Investigación: Eckart Boege / Phil Dahl - Bredine. Realización: Martín Boege / Eckart Boege / Phil Dahl - Bredine. Productores: CEDICAM, La Casa de la Milpa Sostenible, Fondo Genographic Legacy de the National Geographic Society y Asociación Maryknoll.


Evento: VI Concurso Regional de Gastronomía Tradicional y Primer Encuentro Regional de Danza. Organiza: Cooperativa Tosepan Titataniske. Fecha: 31 de julio de 2010. Lugar: Cuetzalan, Puebla.


Web: http://viacampesinanorteamerica.org/ (Página de Internet de La Vía Campesina – Región Norte.

Sembrar para comer

Diecinueve comunidades de la región Centro y Montaña de Guerrero trabajan desde 1994 en procesos de cuidado y mejora de los territorios campesinos y para fortalecer la agricultura de autoconsumo y la autonomía alimentaria. La milpa, por supuesto, está en el centro de estos esfuerzos.

Los participantes –asambleas comunitarias y sus autoridades; comités de agua y reforestación; animadores agroecológicos; colectivos de mujeres, niños, niñas y jóvenes (Jornadas por la Madre Tierra); algunas escuelas; comités de padres de familia; promotores campesinos, y más— realizan estos esfuerzos en el marco del Proyecto Integral Regional de Organización Comunitaria del Territorio (PIROcote), el cual tiene un acompañamiento del Grupo de Estudios Ambientales (GEA) y la colaboración de diversos grupos como la organización campesina Sanzekan Tinemi, la Universidad Autónoma de Guerrero y la radio educativa comunitaria Uan Milauak Tlajtolli (La Palabra Verdadera), entre otros.

El PIR-Ocote reporta que aun cuando la producción maicera de la región es de autoconsumo y allí prevalece la milpa, “nosotros observamos una disminución de policultivos como la milpa, que es amenazada por el énfasis que se le da a monocultivos industriales y comerciales, con uso intensivo de agroquímicos y con semillas de maíces híbridos, y este modelo de agricultura genera beneficios para muy pocos y ha tenido efectos desastrosos sobre el medio ambiente y las condiciones de vida en la región”.

Las consecuencias de la agricultura intensiva, dicen, son de diversa índole, social, agronómica, económica, cultural etcétera. “(Sufrimos) una escasez creciente de fuerza de trabajo rural por la migración. Hay pérdida de conocimiento y tecnologías tradicionales por la ausencia de los jóvenes, y nuestros suelos agrícolas están quedando debilitados por la erosión y la utilización excesiva de agroquímicos, que son introducidos mayoritariamente por programas gubernamentales por medio de paquetes tecnológicos y semillas híbridas”.

FOTO: Elena Álvarez-Buylla

¿Por qué es necesario conservar la milpa? “La milpa es importante para nosotros porque son los importantes conocimientos que nos han heredado nuestros antepasados y es la base de la alimentación de nuestra región desde hace años; la milpa representa a nuestra comunidad, nuestra identidad y es fiesta; no podemos perderla porque es un espacio de diversidad y diversificación de alimentos, de cultura y generación de saberes, nos permite relacionarnos con otros pueblos por medio del intercambio ya sea de semilla o de nuestras cosechas. También es la base de nuestra economía familiar, por todo eso es importante conservarla y transmitirla a nuestros jóvenes y niños”.

Además de impulsar el fortalecimiento de la milpa, el PIR-Ocote está trabajando en el monte, con normas para la extracción de leña, para mejorar las zonas de recarga de acuíferos y para fomentar el manejo comunitario de productos forestales no maderables, como el maguey mezcalero. También en la recarga y cuidado de manantiales, en el almacenamiento de agua para ganado y riego de emergencia; en valorar el trabajo de la mujer campesina y fomentar los alimentos sanos y variados en el hogar y la comunidad, entre otras cosas en pro del medio ambiente y las personas.

Participan las comunidades de El Jagüey, Atenxoxola, Tenexatlajco, El Peral, Ahuihuiyuco, Tepozcuautla, colonia La Candelaria, La Providencia y Santa Cruz en el municipio de Chilapa; Topiltepec en el municipio de Zitlala, y Tlalcomulco, Mazapa, Hierbabuena, Acateyahualco, Agua Zarca, Xocoyolzintla, Totolzintla, Tecuanapa y Oxtoyahualco en el municipio de Ahuacuotzingo (LER)