FOTO: Pietro Andrea Mattioli |
Veracruz
Por conservar la semilla
Felipe Zeferino Teófilo
Los procesos sociales surgidos a fines de
los 70s y principios de los 80s se enfocaron
a impulsar la participación ciudadana
y una sociedad más democrática,
frente a los caciquismos regionales, Al iniciar los 90s emergió la
preocupación sobre el vínculo recursos naturales-hombre, y en ese
marco, en la sierra de Soteapan y Pajapan, nació el Frente Popular
de Organizaciones del Sureste de Veracruz (Freposev).
En 1992 iniciamos las “convivencias de la laguna”, un espacio para reflexionar sobre los recursos naturales,
que ha generado acciones de reforestación,
cuidado de animales en extinción y de no quema.
Desde 1990 se inició la investigación, estudio y
reflexión de la teología étnica en las comunidades
popolucas de Soteapan, y en 1996 en la zona
náhuatl de Pajapan, con la participación constante
y entusiasta de un grupo de indígenas por
recuperar sus ritos y tradiciones sobre Jomchuk
(Dios del Maíz para el pueblo popoluca) y Cintiopil
(para el pueblo náhuatl). En 20 años estos
pueblos recuperaron sus ritos y los integraron a
su vida comunitaria.
En mayo del 2003, en Chacalapa, iniciamos los
encuentros de productores de maíces nativos.
Fue un primer acercamiento con la gente que ya traía la experiencia
de estos procesos organizativos y agroecológicos. En este marco
surgió la preocupación de la invasión de los maíces pintados,
que desplazan a los nativos, y hablamos de cómo obtener las semillas
nativas cuando se les pierde por sequía, por plaga o por dejar
de sembrar cuando no resulta redituable. En estos encuentros los
ancianos comparten algunos cuentos sobre el maíz y nos hablan
de la forma de cuidar las semillas para que no se piquen, así como
de métodos para conservar las semillas nativas. Y se han integrado
las compañeras que utilizan el maíz para diversos alimentos,
como el tamal, pozol, atole, pinole y las tortillas.
Todo este proceso de encuentros campesinos, aunados a recorridos
de parcelas y prácticas agroecológicas como elaboración
de compostas y fertilizantes foliares, uso de sembradora manual,
rotación de cultivo, siembra de leguminosas y conocimiento de
plantas repelentes a las plagas y de la influencia de fases lunares
en la agricultura, nos ha venido capacitando y nos ha hecho
tomar conciencia de que no sólo debemos defender el maíz nativo,
sino la manera de producirlo, que es la milpa, en donde el
maíz no está solo, sino acompañado del tomatito, del cebollín,
del chile, la calabaza, el plátano la yuca, el frijol, el cilantro, los
quelites y más. Y damos a conocer esto a todos
en la región y expresamos la necesidad de producir
excedentes de semillas nativas para ofrecerlos
a quienes acuden a los encuentros y ferias
campesinas.
En 2008 fue importante la propuesta de la asociación
Semillas de Vida, que nos proporcionó
los medios para realizar el sueño de cultivar una
hectárea de maíz nativo entre varios campesinos
para obtener semillas de maíces nativos y juntar
16 costales de maíz seleccionado por los mismos
campesinos, según sus usos y costumbres, y ofrecerlos
en el encuentro de mayo del 2009.
¿Cómo logramos esto? Se platicó con los compañeros
más entusiastas en conservar el maíz;
se realizó un pequeño diagnóstico de los maíces
que se siembran en la región: para qué los usan,
cómo los cuidan, cuántos años tienen de conservar sus semillas y
por qué, y con qué cultivos asocian el maíz.
Finalmente se hizo un de equipo 16 campesinos, la mayoría jóvenes
y mujeres. Además de su siembra habitual, cada uno trabajó
una tarea (25X25 metros): se encargaron de preparar la tierra, sembrarla,
darle mantenimiento, cosecharla, seleccionar la semilla y
sembrar el segundo ciclo (Tapachol), realizar las tareas necesarias
hasta cosechar y volver a seleccionar semilla hasta entregar la costalilla
de maíz en el encuentro de mayo de 2009.
Equipo Nahua Popoluca
|
|
Guerrero
AGENDA RURAL
Evento: Octavo Congreso de la AMER.
“Campesinos y procesos rurales:
diversidad, disputas y alternativas”. Lugar: Sede del congreso: Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla. Puebla,
Pue. Fecha: 24 al 27 de mayo de 2011.En
breve, la convocatoria estará disponible
también en la página web www.amer.org.mx
Libro: Milpas y
cafetales en los
Altos de Chiapas. Autoras: Rosario Cobo
y Lorena Paz Paredes.
Introducción y epílogo:
Armando Bartra. Serie:
Acciones / Número 7.
Editores: Semarnat,
Cobabio, Corredor
Biológico Mesoamericano México, Global
Environment Facility, Instituto de Estudios
para el Desarrollo Rural Maya.
Revista: Rojo Amate Informes:
http://rojoamate.blogspot.
com/
Video: Sembrando un futuro. Alternativas
agroecológicas del pueblo Ñu Saavi
a la desertifi cación en la Mixteca Alta. Investigación: Eckart Boege / Phil Dahl -
Bredine. Realización: Martín Boege / Eckart
Boege / Phil Dahl - Bredine. Productores:
CEDICAM, La Casa de la Milpa Sostenible,
Fondo Genographic Legacy de the National
Geographic Society y Asociación Maryknoll.
Evento: VI Concurso Regional de
Gastronomía Tradicional y Primer
Encuentro Regional de Danza. Organiza:
Cooperativa Tosepan Titataniske. Fecha: 31
de julio de 2010. Lugar: Cuetzalan, Puebla.
Web: http://viacampesinanorteamerica.org/ (Página de Internet de La Vía Campesina –
Región Norte. |
|
|
Sembrar para comer
Diecinueve comunidades
de
la región Centro
y Montaña
de Guerrero trabajan desde 1994 en procesos de
cuidado y mejora de los territorios campesinos
y para fortalecer la agricultura de autoconsumo
y la autonomía alimentaria. La milpa, por supuesto,
está en el centro de estos esfuerzos.
Los participantes –asambleas comunitarias y
sus autoridades; comités de agua y reforestación;
animadores agroecológicos; colectivos
de mujeres, niños, niñas y jóvenes (Jornadas
por la Madre Tierra); algunas escuelas; comités
de padres de familia; promotores campesinos,
y más— realizan estos esfuerzos en el
marco del Proyecto Integral Regional de Organización
Comunitaria del Territorio (PIROcote),
el cual tiene un acompañamiento
del Grupo de Estudios Ambientales (GEA) y
la colaboración de diversos grupos como la
organización campesina Sanzekan Tinemi,
la Universidad Autónoma de Guerrero y la
radio educativa comunitaria Uan Milauak
Tlajtolli (La Palabra Verdadera), entre otros.
El PIR-Ocote reporta que aun cuando la
producción maicera de la región es de autoconsumo
y allí prevalece la milpa, “nosotros
observamos una disminución de policultivos
como la milpa, que es amenazada por el énfasis
que se le da a monocultivos industriales
y comerciales, con uso intensivo de agroquímicos
y con semillas de maíces híbridos, y
este modelo de agricultura genera beneficios
para muy pocos y ha tenido efectos desastrosos
sobre el medio ambiente y las condiciones
de vida en la región”.
Las consecuencias de la agricultura intensiva,
dicen, son de diversa índole, social, agronómica,
económica, cultural etcétera. “(Sufrimos)
una escasez creciente de fuerza de trabajo
rural por la migración. Hay pérdida de
conocimiento y tecnologías tradicionales por
la ausencia de los jóvenes, y nuestros suelos
agrícolas están quedando debilitados por la
erosión y la utilización excesiva de agroquímicos,
que son introducidos mayoritariamente
por programas gubernamentales por medio
de paquetes tecnológicos y semillas híbridas”.
FOTO: Elena Álvarez-Buylla |
¿Por qué es necesario conservar la milpa? “La
milpa es importante para nosotros porque son
los importantes conocimientos que nos han
heredado nuestros antepasados y es la base de
la alimentación de nuestra región desde hace
años; la milpa representa a nuestra comunidad,
nuestra identidad y es fiesta; no podemos
perderla porque es un espacio de diversidad y
diversificación de alimentos, de cultura y generación
de saberes, nos permite relacionarnos
con otros pueblos por medio del intercambio
ya sea de semilla o de nuestras cosechas. También
es la base de nuestra economía familiar,
por todo eso es importante conservarla y transmitirla
a nuestros jóvenes y niños”.
Además de impulsar el fortalecimiento de
la milpa, el PIR-Ocote está trabajando en el
monte, con normas para la extracción de leña,
para mejorar las zonas de recarga de acuíferos
y para fomentar el manejo comunitario de
productos forestales no maderables, como el
maguey mezcalero. También en la recarga y
cuidado de manantiales, en el almacenamiento
de agua para ganado y riego de emergencia;
en valorar el trabajo de la mujer campesina y
fomentar los alimentos sanos y variados en el
hogar y la comunidad, entre otras cosas en pro
del medio ambiente y las personas.
Participan las comunidades de El Jagüey,
Atenxoxola, Tenexatlajco, El Peral, Ahuihuiyuco,
Tepozcuautla, colonia La Candelaria,
La Providencia y Santa Cruz en el municipio
de Chilapa; Topiltepec en el municipio de
Zitlala, y Tlalcomulco, Mazapa, Hierbabuena,
Acateyahualco, Agua Zarca, Xocoyolzintla,
Totolzintla, Tecuanapa y Oxtoyahualco
en el municipio de Ahuacuotzingo (LER)
|