Madrid, 12 de julio. La primera Copa del Mundo que obtuvo España en casi un siglo de historia futbolística aterrizó este lunes en Madrid en las manos del portero y capitán de su selección, Iker Casillas, para después iniciar un frenético recorrido que durante algunas horas llevó a la furia al Palacio Real, Palacio de Moncloa y las abarrotadas calles de la capital, entre una multitudinaria marea roja.

A las tres de la tarde, horas después de conseguir el título en Sudáfrica, fue Casillas el primero en descender del avión en Barajas, con el trofeo en la mano. El portero elevó la copa hacia el cielo y la cedió después al seleccionador, Vicente del Bosque, quien hizo lo mismo.

Entre gritos de los trabajadores del aeropuerto congregados al pie de la pista, los futbolistas fueron bajando uno a uno las escalerillas ante decenas de periodistas que también aguardaban su arribo.

Tras un descanso de algunas horas en un hotel madrileño, los jugadores españoles iniciaron su recorrido triunfal con una recepción que les ofrecieron el rey Juan Carlos I, la reina Sofía y los príncipes de Asturias. El monarca, quien saludó efusivamente con abrazos al plantel, agradeció por aglutinar a todos los españoles, hacer realidad nuestros mejores sueños y proyectar el nombre de España en todo el mundo.

Después, el equipo se trasladó al palacio presidencial, donde el jefe de gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, también repartió abrazos y caminó sonriente por algunos minutos con la Copa del Mundo entre sus manos. En el acto oficial, el mandatario felicitó a la selección que, dijo, ha ganado por ser la mejor y por jugar en equipo, y destacó que el triunfo es de todos los españoles y de todos los jugadores que lo intentaron antes. Pidió además defender esta victoria, todos a trabajar, para que sean muchas más, ¡por la siguiente Eurocopa y por la siguiente Copa del Mundo!

De allí, los flamantes campeones se subieron a un autobús descapotable para un recorrido de cinco kilómetros desde el centro de Madrid hacia el río Manzanares y la estación de Príncipe Pío, donde se realizó una exhibición de aviones militares. Cientos de miles de personas colmaron las calles y el gobierno local emitió un comunicado urgente para pedir a los aficionados que se abstuviera de acudir a la ya atestada fiesta, por razones de seguridad.

En tanto, autoridades informaron que dos personas murieron durante las celebraciones del domingo: un hombre de 33 años en Cáceres tras caer de un balcón y otro hombre ahogado en una alberca de Herguijuela, Algeciras. En Barcelona se reportaron 21 detenidos y 74 heridos, mientras la Cruz Roja atendió a 50 personas en Valencia por lesiones e intoxicación etílica; se estimó en 300 el total de heridos en el país.

Por otra parte, llovieron elogios en el mundo entero para la furia roja. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama; la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el de Bolivia, Evo Morales, felicitaron a España por el logro. También el primer ministro británico, David Cameron; el italiano, Silvio Berlusconi, y el canadiense, Stephen Harper, mientras la mandataria argentina, Cristina Fernández, manifestó desde China su alegría como nieta de españoles.

La prensa, local y global, se sumó a las alabanzas para la selección, en especial al portero Iker Casillas y al autor del gol, Andrés Iniesta.