La recuperación de la economía mexicana sigue prendida de las exportaciones, a falta de un mercado interno sólido que impulse la actividad productiva. El desempeño de la demanda externa ha sido el pilar de la recuperación de la economía, consideró este viernes Arturo Vieyra, analista de Banamex. Mientras, Javier Amador, de BBVA Research, expuso que en el segundo trimestre del año el desempleo fue mayor que en los tres meses previos, al tiempo que ocurrió una reducción en las ventas domésticas.

Después de la recesión de 2009, la más pronunciada en ocho décadas, la economía mexicana ha sido impulsada por la actividad exportadora, aunque un reporte publicado el jueves por el Fondo Monetario Internacional anticipó para 2011 un menor crecimiento del producto interno bruto en Estados Unidos, principal destino de las mercancías exportadas por las empresas mexicanas.

El reporte de Banamex explicó que durante los primeros cinco meses del año las exportaciones mexicanas crecieron a una tasa promedio anual de 38 por ciento. Cuatro elementos apoyaron ese desempeño, explicó el grupo financiero: los incrementos en precios y volumen de exportación del petróleo; la reactivación de la economía global, principalmente en Estados Unidos; el repunte de la demanda del sector automotriz, al que está orientadas buena parte de las exportaciones manufactureras de México, y la mayor competitividad de las exportaciones mexicanas.

La reactivación del mercado manufacturero de Estados Unidos, en especial de la industria automotriz, apuntala las exportaciones manufactureras, aunque también hacia otros destinos el crecimiento es acelerado, indicó.

Durante enero-mayo las exportaciones de la industria automotriz avanzaron 78 por ciento a tasa anual y las del resto de los sectores a un ritmo de 24 por ciento al año, añadió Banamex. Las primeras explican casi la mitad del avance en el sector manufacturero. Hacia otros destinos, las exportaciones no petroleras se han incrementado a una índice promedio de 38.7 por ciento.

Así como la caída de la economía estadunidense en 2009 arrastró a la mexicana a la mayor recesión en ocho décadas, la recuperación de la demanda en aquel país, que aún no regresa a los niveles previos a la crisis, ha jalado la producción en México. Sin embargo, esa relación de dependencia no deja de ser una de las debilidades de la economía nacional, sobre todo como ocurre ahora, a falta de un motor interno vigoroso.

En el primer trimestre de este año el producto interno bruto se contrajo 0.3 por ciento, comparado con el del trimestre inmediato anterior. El consumo privado retrocedió 0.1 por ciento, trimestral.

Un reporte publicado ayer por BBVA Research anticipa que en el segundo trimestre de este año los indicadores de empleo y consumo se habrían deteriorado. Los datos oficiales todavía no se hacen públicos.

El intermediario financiero apuntó que la tasa de desempleo del segundo trimestre fue de 5.6 por ciento, tres décimas mayor a la del trimestre previo.

Entre abril y junio, las ventas al menudeo habrían tenido un repunte trimestral de 2.9 por ciento, la mitad del 5.8 por ciento de avance registrado en el primer trimestre del año.