Tuxtla Gutiérrez, Chis., 8 de julio. Luego del anuncio de que buscará la Presidencia en 2012, Andrés Manuel López Obrador fue recibido en Chiapas en un ambiente de efervescencia política que incluso reunió a militantes de PRD, PRI, PAN y Convergencia que se habían mantenido alejados de su movimiento.

Durante la presentación de su libro La mafia que se adueñó de México, dijo que se mantiene firme el acuerdo con Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, de impulsar a quien en su momento sea el candidato más fuerte. Hay un pacto, pero yo de una vez expreso mi interés, mi deseo no en la lógica individualista, sino para contribuir a transformar el país junto con otros muchos mexicanos, aclaró.

López Obrador dijo que no descarta una nueva embestida en su contra, como la que vivió en 2006. Lo que tenemos ahora es que estamos mejor organizados y nos vamos a organizar cada vez mejor. Sí me siento fuerte en este momento, porque millones de hombres y mujeres están participando en este movimiento.

El hotel donde se llevó a cabo la presentación del libro –en la que participó Rogelio Ramírez de la O, doctor en economía por la UNAM– quedó rebasado luego de que cientos de militantes de PRD, PRI, PAN y Convergencia, así como dirigentes partidistas y candidatos que perdieron en los comicios locales del pasado 4 de julio, intentaron acercarse al político tabasqueño.

Llegaron también académicos, representantes de organizaciones no gubernamentales y líderes religiosos de las zonas indígenas. Interrogado sobre si este acto no fue el lanzamiento de su campaña en la entidad, y la posibilidad de que políticos locales intenten aprovecharse de este movimiento, López Obrador respondió que serán bienvenidas todas las personas que quieran contribuir a transformar el país, porque nuestras diferencias no son con ellos sino con los de arriba. Respeto mucho a militantes del PAN, del PRI, porque con ellos no es el pleito.