Viernes 9 de julio de 2010, p. 2
Monterrey, NL, 8 de julio. Si realmente quiere que su partido siga gobernando en el país necesita darnos más recursos
, fue el reclamo que hizo Sonia Andrade, damnificada de la colonia de El Realito al paso del presidente Felipe Calderón.
Ocho días después de que la tormenta Álex anegó esta colonia del municipio de Guadalupe, el Presidente visitó por primera vez a algunos damnificados que pidieron nuevas casas que no estén ubicadas en el lecho del río y ayuda para recuperar sus pertenencias.
Tras escuchar a la señora Andrade, quien expuso que los habitantes de El Realito están muy desesperados
, Calderón ofreció ayuda sin importar lo que pase con los partidos políticos.
Y en eso estamos trabajando juntos con el gobernador
, comentó, mientras lo acompañaba el mandatario priísta, Rodrigo Medina, en el recorrido que duró una media hora.
Pero la señora Andrade no se convenció e insistió en que sólo el apoyo de Dios y de usted (el presidente)
le permitirían salir adelante.
Cuando Calderón caminaba entre piedras y escombros por la calle que fue arrasada por el agua se encontró a una señora con su bebé en brazos. No le pasó nada. Nomás el susto
, le dijo mientras la mujer señalaba las casas de abajo como las más afectadas.
Eso llevó al Presidente a recomendarles que no se fueran a vivir a la orilla del río, porque la naturaleza llama
, y ofreció coordinarse con los otros órdenes de gobierno para reubicarlos.
A Calderón lo rodeaba un cerco de seguridad integrado por una docena de elementos del Estado Mayor Presidencial que impedía el acercamiento al mandatario, incluso uno de ellos jaló del brazo a una reportera.