Erasmia, 8 de julio. Mientras la prensa alemana destacó la superioridad española sobre la mannschaft, que llora por haberse quedado en la antesala de la final, Philipp Lahm dijo que buscarán en la medida de sus posibilidades repetir el tercer lugar de hace cuatro años, cuando enfrenten este sábado a Uruguay.

El sueño terminó, fue la consigna común de los medios germanos, que elogiaron a Carles Puyol y auguran un gran futuro para la selección teutona de continuar Joachim Low en el timón, quien recibió el respaldo de Franz Beckenbauer, porque todavía tiene una misión que cumplir.

Nos faltó el coraje y la inteligencia, reconoció el periódico Bild, mientras el Berliner Zeitung, cabeceó: Cayó el telón, al comparar de forma jocosa al defensa Puyol con el pulpo Paul, el molusco del acuario de Oberhausen que auguró todas las victorias y derrotas de Alemania en este Mundial.

Aún sin reponerse del revés ante la furia roja, por el que lloró amargamente, Lahm, defensa de la mannschaft, acudió a la conferencia de prensa.

Estoy convencido de que un día estaremos entre los mejores, dijo resignado el capitán de la selección germana, aunque después corrigió para dar ánimo a sus compañeros al señalar que harían todo lo posible por repetir el resultado de hace cuatro años, cuando fueron anfitriones y vencieron a Portugal para obtener el tercer lugar.

La derrota es una desilusión...ir a la final no se vive todos los días, jugamos un buen torneo, pero ahora tenemos que trabajar pensando en el futuro, aseveró Lahm, quien ve a España campeona en Sudáfrica.

El asistente técnico Hansi Flick comentó que probablemente varios jugadores que estuvieron en la banca jugarán en el partido contra Uruguay, debido al poco tiempo de descanso que tendrá Alemania, luego del juego contra los ibéricos, en el que Miroslav Klose se lesionó la espalda, mientras Sami Khedira y Lahm tienen dolencias y están en duda para ser titulares.

El plantel recibió llamadas de consuelo de la canciller Angela Merkel y del presidente Christian Wulff. La canciller los apoyó por haber sido perfectos embajadores y el mandatario les prometió que estará presente en el juego de consolación en Puerto Elizabeth.

Los germanos no se quedarán a ver la final del Mundial entre Holanda y España, ya que el domingo regresarán a Berlín y no habrá celebración en la Puerta de Brandenburgo.