Johannesburgo/Amsterdam, 7 de julio. Mientras la selección de Holanda, que disputará la final del Mundial, se tomó el miércoles como descanso para saborear su logro, en las agencias de viajes de ese país se desbordaron los aficionados para acudir al histórico partido del domingo en Sudáfrica.

Los holandeses van camino a la obtención de la Copa del Mundo, tras dos finales –contra Alemania y Argentina–; ahora en segundo lugar, para jugar al futbol en una nación donde todavía se habla el afrikaner, idioma de origen holandés.

El seleccionador Bert van Marwijk ofrecerá una conferencia de prensa este jueves antes de partir a Johannesburgo, pues sus modestos jugadores sólo tenían reservaciones hasta el 5 de julio en un hotel de esa ciudad porque probablemente no esperaban avanzar hasta la última semana del torneo.

El diario NRC Handelsblad señaló que el cambio de alojamiento donde se encuentran los jugadores no tiene más habitaciones disponibles para el fin de semana.

La federación holandesa de futbol, sin embargo, negó estas informaciones.

La FIFA, apuntó que el organismo reservó hoteles para los equipos finalistas, por lo que el cambio estaba previsto.

En Johannesburgo, los organizadores del Mundial se preparan para otra invasión de aficionados vestidos de naranja, que ya causaron furor en Durban, Puerto Elizabeth y Ciudad del Cabo durante los anteriores encuentros del equipo.

Amsterdam, por otro lado, ha ofrecido organizar una recepción festiva para sus seleccionados la próxima semana, incluso si pierden la final del domingo ante España en el estadio Soccer City.