El presidente Felipe Calderón felicitó ayer a ocho de los 12 virtuales ganadores de las elecciones de gobernador, en primer lugar a los abanderados que compitieron en alianza con su partido –Acción Nacional– y el PRD: Gabino Cué, de Oaxaca, y los ex priístas Rafael Moreno Valle, de Puebla, y Mario López Valdez, de Sinaloa.

Después se comunicó con los aspirantes del Revolucionaro Institucional en el siguiente orden: César Duarte, de Chihuahua; Roberto Borge, de Quintana Roo; Mariano González Zarur, que quitó el poder al PAN en Tlaxcala, y Egidio Torre, de Tamaulipas.

Las llamadas que hizo el presidente ocurrieron durante el transcurso de la mañana y por la tarde conversó también con Miguel Alonso Reyes, candidato del PRI que este domingo puso fin a 12 años de gobiernos perredistas en Zacatecas.

De esta manera, Calderón dio desde temprana hora un reconocimiento tácito a sólo ocho de los 12 candidatos a gobernador que participaron en las elecciones del domingo.

Hasta el cierre de esta edición no había hablado con los candidatos del PRI que obtuvieron mayoría en Veracruz, Javier Duarte; Francisco Olvera, de Hidalgo; José Aispuro, de Durango, y Carlos Lozano, de Aguascalientes.

En sus conversaciones telefónicas el michoacano felicitó a los políticos ganadores, y les ofreció trabajar de manera institucional con ellos y con sus estados, según indicó la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia de la República de manera verbal.

Cué, el primero en ser felicitado por Calderón, señaló ayer en diversas entrevistas que fue una llamada de cortesía, debido a que el Presidente es muy cuidadoso.

El recuento de los daños

El mandatario evaluó ayer con los integrantes de su equipo de Los Pinos y con el dirigente del PAN, César Nava, los resultados de la elección que por lo pronto coinciden con las previsiones que tenía su grupo cercano en las horas previas: ganar las gubernaturas de Oaxaca, Puebla y Sinaloa.

Con estos resultados, Calderón también sale bien librado de la apuesta que hizo en favor de las alianzas con el PRD, y que provocó un enfrentamiento con el PRI, debido a que el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, pactó con los gobernadores del estado de México, Enrique Peña Nieto, y de Oaxaca, Ulises Ruiz, no coligarse con los perredistas en las elecciones.

A raíz de esta polémica, Calderón trató de desmarcarse de la estrategia, al señalar que era responsabilidad del PAN, así como plantear ventajas y desventajas.

El 24 de febrero dijo que la desventaja más importante de este tipo de alianzas es que provocan un cierto desdibujamiento o una pérdida de claridad en la identidad de los partidos ante los electores y, evidentemente, propician muchos mayores riesgos de confusión ideológica.

Destacó entonces que el PAN ganó en Yucatán cuando se alió al PRD, pero en Durango Rodolfo Elizondo no obtuvo el triunfo.

Justificó la decisión del blanquiazul en que probablemente había motivos de preocupación de los miembros del partido en diversas entidades, debido a que en las elecciones intermedias el PRI había obtenido mayoría en el Congreso de la Unión.

Después de la derrota priísta en Puebla, el Presidente visitará hoy la entidad, y en compañía del gobernador saliente, Mario Marín, inaugurará el segmento poniente de la planta Volkswagen.