Deconstruir las estructuras de poder que han limitado la participación de la ciudadanía es el común denominador de los videos, fotografías, dibujos e instalaciones de la artista visual española Cristina Lucas (Jaén, 1973) que integran Light years (Años luz), exposición abierta en el Museo de Arte Carrillo Gil.

Es decir, demuestra cómo la ciudadanía nunca ha sido completa, siempre ha limitado e invisibilizado a ciertos sujetos, expresa Inti Guerrero. El curador de origen colombiano acota que en la mayoría de los trabajos de Lucas el sujeto que fue invisibilizado más que todo fue la mujer en diferentes momentos de la historia, de la cultura, en relación con la literatura, la Iglesia, el ejército, la filosofía política y la historia del arte.

Light years llega al recinto de avenida Revolución 1608, San Ángel, gracias a un intercambio con el recién creado Centro Arte Dos de Mayo, de la comunidad de Madrid, que el año pasado recibió una muestra del videoartista israelí Guy Ben Ner, producida por el museo mexicano.

Para su gira por el país, Cristina Lucas agregó dos producciones nuevas: la cartografía Años luz y el video La libertad razonada. “Las cartografías me interesan en primer lugar porque son falsas todas –asegura la artista–. Una cartografía es sólo un intento de comprender lo que sucede en el mundo. Son muy bellas, sobre todo las primeras cuando no existía la tecnología suficiente para darse cuenta de todas las medidas de la tierra; entonces, hoy día resultan muy alejadas de la realidad.”

Primera ola de feminismo

Años luz es un mapa del mundo sobre la pared con un reloj que comienza a andar en 1789, año en que parpadean las luces en el contorno de Francia, primer país donde se votó. Según transcurre el reloj, se van encendiendo las distintas naciones que consiguen el sufragio.

El video La libertad razonada está basado en el cuadro La libertad guiando al pueblo, de Delacroix. Para Inti Guerrero existen contradicciones en las alegorías femeninas que representan conceptos de libertad y justicia, así como de naciones o imperios que se han presentado con el cuerpo femenino, porque son representaciones de conceptos de los que las mujeres no fueron partícipes. Las alegorías de alguna manera son mujeres petrificadas en su anonimato, continúa la idea de invisibilizar, no nombrarlas. En la obra Cristina imagina qué sería la despetrificación de la libertad de un cuadro, icono de la historia de la pintura, y lo que ocurre es una gran desdicha, porque, para ella, es imposible que un grupo de hombres persiga a una mujer que muestra los senos sin que ocurriera nada.

Otro acto performático de Lucas se puede apreciar en el video Habla, donde en una acción iconoclasta la artista destruye una réplica de la escultura de Moisés, el padre de las tres religiones monoteístas. Según la leyenda la obra original tiene “como un picotazo en la rodilla porque cuando Miguel Ángel la acabó le dijo: ‘habla’, porque sólo le faltaba dar vida a la estatua. Siempre me emocionó el performance que hizo Miguel Ángel, porque me parece que sí tendría que hablar, ya que es quien se comunica con Dios, de quien recibe las leyes que da a los hombres. Pensé, voy a coger la maza y voy a seguir lo que Miguel Ángel empezó. Entonces me acerco a la estatua y le digo ‘habla’ dos veces”. Bueno, aquí las lecturas son múltiples.

El video Rousseau y Sophie también es un acto iconoclasta. Para ello Lucas consiguió permiso de colocar una plataforma en frente de un busto madrileño de Rousseau, padre de la Ilustración, de modo que el espectador le mire a los ojos. Luego, Lucas pone a leer a un grupo de personas “el quinto libro del gran tratado que define de alguna manera lo que sería el ciudadano y donde se muestra que el filósofo francés pensaba que las mujeres no eran ciudadanas, sino acompañantes del ciudadano, que era el hombre. El curador se remite a esa primera ola de feminismo producto de aquella bomba, porque las mujeres esperaban que con la revolución serían partícipes del nuevo proyecto político. En seguida, las mujeres del video lanzan todo tipo de objetos y palabras contra la efigie de Rousseau.