Esto se traduce en malas noticias para México, expone
Lunes 5 de julio de 2010, p. 36
El número de huracanes con categorías 4 y 5 se duplicó entre 1970 y 2004, mientras los de categoría 1 han disminuido, lo cual para países como México no es buena noticia
, indica Cecilia Conde, del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM. Un ambiente más cálido, como el que se presenta en el contexto del cambio climático, implica lluvias torrenciales más frecuentes, refiere en un análisis.
Precisa que además de inundaciones también se presentan periodos de sequía más intensos y prolongados. Podemos afirmar que el clima se está modificando, y de continuar esa tendencia en la composición atmosférica por acciones humanas, los efectos serán más rápidos e intensos.
Especialistas advierten que el país está entre los más vulnerables, debido a que 15 por ciento de su territorio nacional, 68 por ciento de su población y 71 por ciento de su PIB se encuentran altamente expuestos a los impactos adversos por el cambio climático.
En el análisis Vulnerabilidad y adaptación de México ante el cambio climático
, publicado en el documento México ante el cambio climático, de Greenpeace, Conde indica que los efectos observados no sólo se reducen al aumento de la temperatura global –de alrededor de 0.74 grados centígrados en los pasados 100 años–, sino que se observan alarmantes reducciones en los cuerpos de hielo y nieve terrestres, sobre todo en las regiones polares.
El cambio más drástico, destacó, ha ocurrido en el Ártico, ya que en 2005 esa región había perdido un millón de kilómetros cuadrados, y para 2007 la cifra creció cuatro veces al llegar a más de 4 millones de kilómetros cuadrados.
Explica que si se suma al derretimiento del hielo, la expansión térmica del océano, la consecuencia es un aumento del nivel del mar de entre 6 y 10 centímetros entre 1961 y 2003, lo cual incide no sólo a la región afectada directamente por el deshielo, sino a las costas de países continentales o a los isleños.
El calentamiento global, agrega, no es uniforme, pues la temperatura es mayor a medida que nos aproximamos al polo norte, y aún hay regiones en las que el fenómeno no se percibe.