Lunes 5 de julio de 2010, p. 29
Londres, 4 de julio. El gobierno de coalición de Gran Bretaña defendió el domingo su plan de considerar recortes por encima de lo esperado en el gasto público, pese a que sus opositores advirtieron que la medida podría generar una segunda recesión y una ola de protestas.
El Partido Laborista, que perdió el poder tras 13 años, informó que la decisión del gobierno de buscar recortes hasta de 40 por ciento, en vez del 25 por ciento anunciado el mes pasado, podría llevar a la pérdida de un millón de empleos.
Sin embargo, el secretario de Transportes, Philip Hammond, dijo que los departamentos difícilmente verán reducciones presupuestarias de 40 por ciento, un nivel muy poco común en los países desarrollados, pese a que se ha pedido considerarlas.
Lo que no vamos a hacer es simplemente recortar un 25 por ciento de cada departamento. Veremos qué opciones tenemos para cada uno
, señaló Hammond a la cadena BBC.
No espero ver ningún departamento con un recorte de 40 por ciento, pero algunos verán reducciones superiores a 25 por ciento
, agregó.
La principal prioridad del primer ministro británico, David Cameron, es reducir el déficit histórico. Sin embargo, deberá lograr un equilibrio entre esa medida y la promesa de proteger algunos servicios públicos.
Los mercados financieros celebraron ampliamente el presupuesto presentado por el gobierno el mes pasado, que contempla los recortes más profundos en décadas para reducir el déficit y evitar así una crisis de deuda como la que afecta a Grecia.