No hay justificación para que los funcionarios mantengan su negativa a difundir el monto de las percepciones económicas que reciben del erario federal. Alegar que no lo hacen por la inseguridad que prevalece en el país es un anacronismo y una de las clásicas excusas para mantener la opacidad en el sector público, consideró Perla Gómez, especialista en transparencia y derecho a la información.

Señaló que la oposición de algunas dependencias –como ha manifestado el Instituto Federal de Acceso a la Información pública (IFAI)— a reportar las remuneraciones comple- tas de su personal civil o militar es una rebelión institucional que encabeza el Poder Ejecutivo federal para evitar que se conozca cómo se gasta el dinero público.

Hace algunos días el IFAI envió una misiva a los titulares de las secretarías de Estado y de la Procuraduría General de la República solicitándoles que publiquen en sus portales de Internet la remuneración completa de su personal, en la que se incluya los pagos extraordinarios por conceptos de riesgo.

Para la académica de la Universidad Autónoma Metropolitana, la resistencia de los funcionarios a dar a conocer el monto de sus salarios es un retroceso que se había superado con la promulgación de leyes de transparencia que hacen obligatorio divulgar dicha información.

Las excusas del sector público –agregó– no obedecen a la falta de información disponible, sino a que las dependencias no la tienen actualizada.