Domingo 4 de julio de 2010, p. a23
Si Juan Rulfo puso a hablar a los muertos, Fernando Vallejo afirma que desea ir más allá: quiero escribir un libro estando muerto
. Con ese deseo se teje este volumen que, como todas las novelas del colombiano naturalizado mexicano, presenta al narrador en primera persona, con sus limitaciones, manías, empantanamiento mental, contradicciones y repeticiones
, en congruencia con su idea de que la novela en tercera persona es un camino cerrado, ya muerto
.
El autor hace un balance de su desastre
y como siempre, sin tapujos, vuelve a sus obsesiones, por ejemplo, la crítica a la Iglesia católica, esa gran empresa criminal de la barbarie
, o a su esencia más íntima: la búsqueda del amor
.
Escritor de culto, una de las voces más singulares y atractivas de las letras hispanoamericanas, tanto por implacable ironía como por su riqueza literaria e idiomática, en este trabajo presenta un pródigo diálogo entre dos compadres que se reúnen en la banca de un céntrico parque de Medellín, ciudad donde Vallejo nació en 1942.
Se trata del tercer libro en el que intenta narrar su propia muerte, después de Entre fantasmas y La rambla paralela. Cuando presentó la obra, el autor explicó que la escribió oyendo a José Alfredo Jiménez, a Leo Marini y a Daniel Santos: “El don de la vida es un título irónico, porque la vida es una desgracia. Una carga. Es un libro sobre la vejez, el gran tema de la literatura porque lo abarca todo. Así que es mi despedida.”
Título: El don de la vida
Autor: Fernando Vallejo
Editorial: Alfaguara
Número de páginas: 172
Precio de lista: 179 pesos