Luz y sombra sudamericana
ruguay y Brasil son luz y sombra. Óscar Tabárez mantiene vivo el cuento de hadas y en partido épico y vibrante condujo a la garra charrúa hasta las semifinales tras dar cuenta de una agigantada Ghana que increíblemente dejó ir el triunfo en los tiempos extras. El sorprendente Uruguay irá ahora en el plan que más le conviene, de víctima, frente a la favorita Holanda.
Si hay un equipo que transitó desde la eliminatoria hasta el momento actual en plan discreto pero ascendente es Uruguay. Lo hizo sin despertar sospechas ni halagos, como si en cada escalón hubiese llegado a su tope. Es ahora la flamante cenicienta dispuesta a reverdecer añejos laureles.
Frente a las estrellas negras, el goleador Luis Suárez se convirtió en villano por necesidad sin quitarse jamás la vestimenta de héroe con que lo mira el pueblo uruguayo. El sacrificio, que incluye no jugar la semifinal, valió la pena. Con amargura, Ghana se enteró del estilo del Loco Abreu desde los 11 pasos. Todo mundo sabía cómo iba a cobrar, menos los ghaneses.
Brasil, en tanto, no acaba de reinventarse y en ese afán consumió ya dos mundiales... Parreira perdió el control en Alemania 2006. Las reseñas cuentan que el campamento de la canarinha era un teatro de vodevil donde no faltaron mujeres y vino. Dunga tomó nota del desastre, quiso corregir, pero se le pasó la mano. La disciplina era su obsesión, se deshizo de los bohemios y despersonalizó a su equipo.
Kaká no pudo echarse el equipo al hombro y se sumó a la lista de estrellas apagadas. Brasil, huérfano de artistas, sin un Ronaldinho que atareara al rival, se preocupó más por el enemigo y mandó a dos soldados a custodiar al explosivo Robben. El partido ante Holanda fue ríspido, opaco y trabado, la verdeamarelha pudo aprovechar un mejor primer tiempo, no lo hizo, y cuando quiso no tuvo recursos.
Dunga, el más joven de los estrategas que llegaron a Sudáfrica, estaba a punto de reventar por la presión y las críticas de la prensa. Frente al equipo naranja, el duro timonel no hizo sino dar la razón a quienes lo acusan de no saber enderezar un encuentro que naufraga. Conoce las reglas del negocio y presentó su renuncia.
El scracht busca hoy un técnico que sea fiel a su esencia... Los mexicanos, que primero se despojaron con tristeza de la playera verde, ahora deberán desprenderse de la amarilla.