El Foro Social de Estados Unidos, realizado en días pasados en la ciudad de Detroit, Michigan, emitió una Declaración de apoyo a las comunidades zapatistas en México, que reconoce las aportaciones del EZLN a los movimientos de resistencia y liberación en el mundo y exige el cese de agresiones militares, policiacas y paramilitares contra los pueblos indígenas de Chiapas.

Los zapatistas han sido una gran inspiración para los de abajo del mundo. Han logrado construir la autonomía y realmente practican la democracia y ejercen la autodeterminación en sus comunidades. Ellos demuestran que sí es posible crear ese otro mundo que queremos, reconoció el Foro Social.

Su autonomía, agrega la declaración, enfurece a los sirvientes del sistema capitalista que se hacen malos gobiernos; estos gobiernos federales, estatales y municipales utilizan su Ejército, fuerzas policiacas y grupos paramilitares para intentar destruir la autonomía y exterminar a los dignos pueblos indígenas zapatistas.

El pronunciamiento estadunidense señala que, recientemente, las bases de apoyo zapatistas han resistido ataques, hostigamiento y provocaciones en las comunidades de Bolón Ajaw, Laguna de San Pedro, Santo Domingo, Casa Blanca, Peña Limonar, Choles de Tumbalá y El Pozo.

Los tres niveles de poder utilizan a diferentes grupos paramilitares, como la Opddic y el Ejército de Dios, para reprimir a las comunidades. Lo hacen porque los zapatistas ejercen su derecho a ser autónomos y no dejan que el mal gobierno los despoje. El mal gobierno actúa así con el fin de desalojarlos de sus tierras, tomar posesión de ellas y construir zonas turísticas para beneficio de los ricos y los de arriba.

Por todo esto, nosotros, como miembros de la sociedad civil nacional estadunidense reunida en el Foro Social Estados Unidos 2010, declaramos que los zapatistas no están solos y ratificamos nuestro compromiso de estar en alerta y denunciar las graves violaciones que están sucediendo en Chiapas.

El foro denunció el alarmante incremento de la ofensiva contra el movimiento zapatista en el sureste de México, evidenciada en el aumento de actividades contrainsurgentes. Responsabilizando a los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) por las agresiones de represión contra la autonomía de las comunidades indígenas, exigió respeto a la autonomía y a la libre autodeterminación de los zapatistas y el fin de la represión de que son objeto.