Sector privilegiado, la Zona Verde, donde está el gobierno
Miles sufren cortes diarios que casi siempre se prolongan hasta 20 horas
Jueves 1º de julio de 2010, p. 33
Bagdad, 30 de junio. Abdel Reda Saadi y su familia se ven obligados a utilizar linternas para poder ver cuando quieren pasar una noche tranquila en su casa de las afueras de Bagdad o ayudar a sus hijos a estudiar para los exámenes.
La vivienda de Saadi, como la de muchos otros iraquíes, sufre cortes de electricidad que se prolongan hasta 20 horas al día en algunos lugares. Por eso, hay muchos que han optado por utilizar sus propios generadores, pese al elevado gasto que supone.
Hemos gastado más de 100 mil dinares (unos 85 dólares) al mes para tener electricidad
, dice Saadi, que trabaja como vendedor de periódicos y tiene cuatro hijos.
Eso supone emplear un cuarto de su sueldo mensual de 400 mil dinares (337 dólares) para obtener electricidad de un generador vecino, con el que tienen luz y pueden ver la televisión por unas horas.
Y es que la crisis energética de Irak está llevando a algunos ciudadanos a la desesperación. Las violentas manifestaciones que vivió el país a mediados de junio dejaron dos muertos y decenas de heridos.
El ministro para Electricidad, Karim Wahid, fue obligado a dimitir la semana pasada y, teniendo en cuenta la parálisis del sistema político, parece poco probable que se le remplace en un corto plazo.
Las carencias eléctricas de Irak se deben a una infraestructura inadecuada y explotada al máximo, y es grave por la necesidad de aire acondicionado del país, con temperaturas de hasta 50 grados Celsius.
Se calcula que el país necesita una potencia de 13 mil megawatios, y actualmente sólo hay 7 mil instalados. De ellos, unos mil 500 megawatios se destinan a la Zona Verde, la fortificada área del gobierno que, según los medios locales, no sufre cortes eléctricos.
Los problemas con la electricidad se remontan a principios de los años 90, cuando la red nacional de electricidad quedó destrozada por la primera guerra del golfo.
Desde la invasión estadunidense en 2003, la mayoría de los intentos de solucionar la crisis de suministro han fracasado, pese a que los sucesivos gobiernos de la era posterior a Saddam gastaron unos 17 mil millones de dólares en rehabilitar las infraestructuras.
La corrupción es una de las principales causas del problema. El primer ministro para la Electricidad que tuvo el país desde la invasión estadunidense, Ayham Samarie, fue condenado por vender equipamiento importado y quedarse con el dinero.
Saadi tiene suerte de poder comprar electricidad extra. Pero hay 7 millones de iraquíes que viven por debajo del nivel de la pobreza y no pueden permitírselo.
El ministro del Petróleo, y ministro de Electricidad en funciones, Hussain Shahristani, anunció que se han tomado medidas excepcionales para operar más centrales de producción en el sur y reducir el suministro destinado a funcionarios en la Zona Verde, en el centro de Bagdad.
Estas medidas no resolverán el problema de los cortes de electricidad, pero ayudarán a aliviar el sufrimiento de la gente
, añadió.
Según Shahristani, el problema no tiene fácil solución: La crisis sólo terminará cuando concluyan los contratos firmados con compañías internacionales
, señaló.
El gobierno sostiene que la situación mejorará en 2011, cuando termine la construcción de grandes plantas que llevarán a cabo compañías internacionales.
En 2008, Irak firmó acuerdos multimillonarios con General Electric y Siemens para añadir casi 9 mil megawatios de capacidad en los próximos años.