La crisis económica de 2008, que costó miles de empleos el año pasado, fue un factor que provocó un disparo en la comisión de delitos violentos y con mayor daño patrimonial, así como de los robos a personas en el Distrito Federal y en el estado de México.

José Antonio Caballero, director de la División de Estudios Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), dijo que la crisis, el desempleo, la desintegración familiar y los problemas de los jóvenes para acceder a educación o trabajo forman un coctel que genera algún tipo de delito.

El combate a la delincuencia, consideró, no se resuelve con más policías en las calles, sino atacando más los problemas de raíz.

Un sondeo del CIDE entre víctimas de delitos difundido ayer señala que 22 por ciento de los hogares en el DF y 23 en el estado de México fueron víctimas de al menos un delito con violencia en 2009.

El año previo, las cifras se ubicaron en 18 y 21 hogares por cada cien, de manera respectiva, detalla la Encuesta de victimización y eficacia institucional.

Un mayor número de delitos con violencia se explicaría porque ambas entidades se han convertido en un lugar para el consumo de drogas, cuando antes servían para el tránsito de estupefacientes.

Los índices de delitos serios –que implican daño patrimonial superior a mil pesos– se dispararon a partir de 2007, según el CIDE.