El Consejo de Fomento para la Lectura y el Libro del Distrito Federal quedó constituido oficialmente este martes con la participación de editores, académicos, escritores, libreros, instituciones promotoras de lectura y funcionarios de la Secretaría de Cultura del Gobierno del DF.

Durante el acto se anunció la realización de un encuentro de fomento a la lectura, el 28 de julio, y se propuso, entre otros proyectos, la emisión de una tarjeta que permita a los alumnos de las preparatorias dependientes del gobierno capitalino acceder a productos culturales, desde libros hasta conciertos.

Esta propuesta será analizada en las siguientes reuniones del consejo que se realizarían cada uno o dos meses, según Eduardo Clavé, coordinador de Fomento a la Lectura de la Secretaría de Cultura capitalina y presidente del consejo de fomento, de acuerdo con lo establecido en la norma del libro local.

El consejo se estableció casi 16 meses después de la publicación de esa ley en la Gaceta oficial, debido a los reajustes que hubo en la secretaría hace unos meses, afirmó el funcionario.

Creo que no sólo regalando libros o haciendo tianguis es como podemos fomentar la lectura. Creemos que tenemos que hacer cosas más allá de eso, señaló la titular de la Secretaría de Cultura, Elena Cepeda, quien dijo que la ciudad de México se mantiene como una isla no sólo frente a esta inmensa ola de violencia que ataca al país, sino una isla en que los ciudadanos del Distrito Federal tienen más acceso a la cultura.

Pobreza e ignorancia, enemigos

Lorenzo Gómez Morín, de la Fundación Mexicana para el Fomento a la Lectura e integrante del consejo, confió en que este cuerpo colegiado pueda contribuir a constituir un nuevo argumento en favor del libro, porque la lectura no es solamente un asunto personal, sino estratégico. Tiene en sí misma un beneficio social indiscutible.

El ex subsecretario de Educación Pública federal se manifestó por ampliar la inversión en toda la cadena, porque –advirtió– no podemos formar lectores si no fortalecemos la cadena productiva.

La académica e investigadora Elsa Ramírez, también integrante del consejo, subrayó que la lectura es un problema nacional, no nada más de la escuela. Por ello tenemos que integrarnos todos los sectores, fortalecer no sólo las bibliotecas, sino la competencia de lectura. Es un problema que se va a resolver a largo plazo. Uno de nuestros enemigos a vencer es la ignorancia; el otro es la pobreza.

El escritor Hernán Lara Zavala, quien participa en el órgano consultivo como vocal, se pronunció por que el consejo no limite su trabajo al fomento de la lectura, sino que vaya más allá, a la defensa de los derechos de los autores y contra la piratería; mientras el editor Miguel Ángel Porrúa –una de las voces que se levantaron contra el precio único del libro– lamentó que en México, país de 120 millones de habitantes, los tirajes sean de mil o 2 mil ejemplares; que el país esté inundado de libros españoles, por ejemplo, y que los títulos mexicanos no tengan la oportunidad de llegar a otros mercados. Asimismo, que los lectores deban esperar 18 meses para adquirir libros a precios accesibles. Esos 18 meses son los que establece la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro –la aprobada en el ámbito federal– para bajar el precio de las novedades.

Porrúa propuso también la tarjeta de descuentos para los capitalinos, para lo cual, agregó, tendrían que participar inversionistas privados.

Tras su intervención, Cepeda indició que la secretaría a su cargo trabaja en el proyecto de una tarjeta de descuento cultural para los estudiantes de las preparatorias del Gobierno del Distrito Federal. Asimismo, refirió que el cuarto Remate de Libros, que concluyó ayer en el Auditorio Nacional y que es iniciativa de fomento a la lectura, fue todo un éxito. Superamos la cantidad de personas que estuvieron el año pasado.