Aguirre perdió una generación
i la generación dorada
pudo romper el maleficio que persigue a México en los mundiales. Sin embargo, esta vez el que empezó a cavar la tumba fue el propio entrenador Javier Aguirre.
El Tri fue el equipo que más tiempo tuvo para trabajar, pero fue el único sin una alineación titular. Aguirre tiene muchos mundiales a cuestas (como jugador, auxiliar y seleccionador), aunque de nada le sirvió. Esta vez quiso sorprender a todos con Adolfo Bautista, pero al que más sorprendió fue al mismo Bofo, quien extrañamente inició apenas días después de que Jorge Vergara lo insinuó.
El técnico dejó en la banca a Héctor Moreno, quien le había dado solidez a una zaga que ahora naufragó en el nerviosismo de enfrentar a Lionel Messi y compañía.
Por quinto Mundial consecutivo, el Tri se queda en la ronda de octavos, pero esta vez la decepción es más amarga por la forma de perder. En Alemania 2006 el conjunto de LaVolpe le planteó gran estrategia a los ches y sólo fue eliminado con un golazo de Maxi Rodríguez. Esta vez Argentina ganó con lo mínimo, casi caminando.
Los ches ni siquiera tuvieron que sudar, primero favorecidos por un Aguirre al que le dieron mucho tiempo y dinero y no fue capaz de encontrar 11 titulares; luego por el árbitro, al que le pesó la playera albiceleste y no marcó el claro fuera de lugar; después por un nervioso y lento Ricardo Osorio, y finalmente con el golazo de Tévez.
El balance de Aguirre es negativo. Optó por veteranos como Óscar Pérez –quien había tenido un buen Mundial pero falló en una pelota fácil–, y Guillermo Franco, en detrimento de jóvenes como Memo Ochoa y Javier Hernández.
Ayer Giovani dos Santos desapareció y Andrés Guardado no se repuso de haber perdido inexplicamente la titularidad, ante la ineptitud de un Aguirre que convirtió a la generación dorada
en una generación perdida y lo único positivo es que ya no seguirá al frente del Tri.
Si de todas formas se iba a perder, si el límite fuera de México son cuatro partidos, pues por lo menos que se apueste por los jóvenes o, como ahora, serán cuatro años perdidos.
Argentina verá su nivel real ante Alemania, que 44 años después le devolvió a Inglaterra una misma moneda, mientras la FIFA sigue en el atraso de no recurrir al video, lo que deja margen al favoritismo y a las polémicas.
