Toronto, 27 de junio. Líderes de las mayores economías mundiales prometieron retirar de forma paulatina subsidios gubernamentales a los combustibles fósiles ineficientes como el petróleo, según fuentes del grupo de las 20 mayores economías desarrolladas y emergentes. El G-20 también acordó prolongar una prohibición sobre proteccionismo, al menos hasta 2013, indica el documento final de la reunión de Toronto.

Allí, el presidente estadunidense Barack Obama aseguró que los líderes de las economías más industrializadas y emergentes del G-20 han logrado estabilizar la economía global tras la recesión del año pasado, que tuvo alcance mundial.

Al término de su reunión, el G-20 llegó a compromisos sobre varios puntos claves de la economía mundial: en política económica acordaron que los multimillonarios planes de estímulo económico deben concluir de forma programada. En cuanto al déficit presupuestario, tendrá que reducirse en los países desarrollados a la mitad para 2013.

Los países emergentes del grupo se opusieron a adoptar una tasa general para pagar los costos de los rescates financieros ante quiebras. Argumentaron que sus sistemas bancarios no provocaron la grave crisis y por lo tanto deben estar exentos de pagar un rescate. El comunicado final del G-20 salvó las diferencias y dejó a cada país libre para adoptar sus propias medidas, siempre que protejan al contribuyente y no contraigan el crédito.

En el renglón comercio, las negociaciones de la OMC en el marco de la ronda de Doha deben concluir lo antes posible, pero no fijaron fecha concreta.

Los países avanzados no sólo deberán reducir a la mitad sus déficit, sino también tienen la obligación de empezar a estabilizar sus niveles de deuda de aquí a 2016, otro de los grandes compromisos impulsados por la Unión Europea.

El comunicado del G-20 en Toronto obliga a pedir el retiro paulatino a mediano plazo de subsidios de combustible fósil ineficiente, que alientan un consumo poco económico, pero tomando en cuenta grupos vulnerables y sus necesidades de desa- rrollo, aclararon las fuentes.

En un endurecimiento de la declaración comparada con un borrador previo, los líderes también prometieron revisar avances hacia esa meta en cumbres futuras. Las fuentes dijeron que Estados Unidos había impulsado un texto más fuerte.

Equilibrio fue la palabra más utilizada. El grupo de las 20 economías ricas y emergentes quiere reducir a la mitad los déficit presupuestales para 2013, sin paralizar el crecimiento, y tomar medidas drásticas ante el comportamiento riesgoso de la banca, sin ahogar los préstamos.

También deberá mostrar progreso sobre una promesa hecha en septiembre de volver a equilibrar la economía mundial. Ello significa que las naciones que dependen de las exportaciones, como China y Alemania, deben buscar crecimiento interior, mientras países endeudados como Estados Unidos necesitan cambiar sus formas de préstamo y gasto.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, minimizó la noción de una división entre los líderes sobre cuán rápido había que recortar los déficit presupuestarios, al decir que incluso los jefes de Estado europeos que se apresuraban a ajustar el gasto reconocían la importancia de reiniciar una recuperación global irregular.

La administración del presidente Barack Obama está preocupada por la posibilidad de que si se pisa el freno en forma muy abrupta en la marcha del estímulo económico, eso pueda generar riesgos de una repetición de los errores que prolongaron la gran depresión de la década de 1930.

A su vez, el presidente chino, Hu Jintao, advirtió que el crecimiento económico mundial debe ser sostenido, además de fuerte. Se debe lograr un equilibrio entre un crecimiento fuerte y hacer que éste sea sostenido, a largo plazo, insistió Hu en la cumbre.

Dpa, Afp y Reuters

Toronto, 27 de junio. Cerca de 600 personas fueron arrestadas durante las violentas protestas contra las cumbres del G-8 y G-20 el fin de semana en Canadá, donde la policía usó gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar las manifestaciones, indicaron las autoridades. Más de una tercera parte de los detenidos fueron apresados este domingo, y muchos siguen en manos de las autoridades.

Después de las protestas que comenzaron el sábado, en las que al menos dos patrullas fueron incendiadas, en la madrugada de este domingo numerosos jóvenes manifestantes fueron detenidos y esposados en la calle.

Tras las manifestaciones pacíficas realizadas el sábado en Toronto contra la cumbre del G-20, se produjeron diversos altercados y al parecer un centenar de manifestantes incendiaron coches de la policía y lanzaron piedras a escaparates.

Toronto, la mayor ciudad de Canadá, amaneció en ascuas, tras una jornada de violencia que hizo que la mayoría de los comercios cerraran sus puertas hasta el lunes. Gran número de personas fueron detenidas el domingo en los dormitorios de la Universidad de Toronto, y la policía confiscó ladrillos, piedras y palos usados como armas.

Las autoridades clausuraron el metro durante la noche, mientras hoteles y hospitales cerraron sus puertas porque los disturbios se multiplicaban en las calles, donde los esporádicos choques entre manifestantes y las fuerzas policiales dejaron 224 detenidos sólo el domingo.

También las alcantarillas fueron selladas, después de que fueron arrestados cuatro hombres que salieron repentinamente de una de ellas por detrás de las líneas policiales.

Nunca vimos este nivel de criminalidad sin sentido en nuestras calles, declaró a la prensa el jefe de la policía de Toronto, Bill Blair. La policía seguía muy presente el domingo en el centro de la ciudad, donde un amplio perímetro de seguridad en torno a la sede de la cumbre impide el paso a vehículos y peatones.

Numerosos manifestantes ya fueron acusados formalmente, reveló Gillian Van Acker, portavoz del equipo integrado de seguridad, sin dar cifras precisas.

La libertad de expresión es la base de nuestra democracia, recordó Dimitri Soudas, portavoz del primer ministro Stephen Harper. Pero denunció a un puñado de delincuentes, que escogieron la violencia para expresar sus divergencias con los dirigentes del G-20.

David Martin, coordinador de la campaña sobre cambio climático de Greenpeace, aseguró que los grupos detrás de la violencia no tienen ni base ni credibilidad. Apoyo la desobediencia civil, pero no esta violencia disparatada, puntualizó.

Por segunda jornada consecutiva, este domingo la policía en Toronto arrojó gases lacrimógenos a manifestantes. Algunos lanzaron piedras y botellas a los policías, que desplegaron un amplio dispositivo y vallaron ampliamente el área donde se reunieron los jefes de Estado y de gobierno del G-20.

La policía había dicho el sábado que esperaba que las protestas del domingo fueran tranquilas, pero después de un día admitió haber pedido control de una multitud rápida y violenta, y con rapidez comenzó los arrestos.