Bastaron un par de minutos para que el dramaturgo y cineasta Luis Valdez pusiera el dedo en la llaga: Ningún muro, ninguna ley estúpida, ni la ignorancia de los racistas del norte pueden quebrar ni interrumpir esta conexión que tenemos los mexicanos en Estados Unidos.

La voz de quien es considerado uno de los más emblemático artistas chicanos sonó firme, determinante: América es América y es para los americanos, y no hay nadie mas americano que un mexicano. Por eso tenemos derecho de andar libres por toda la América.

Valdez aprovechó la ceremonia de la develación de placa por fin de temporada de su obra Zoot suit, efectuada la noche del sábado en el teatro Juan Ruiz de Alarcón, para arremeter contra la ley Arizona y reivindicar los derechos políticos y culturales de los inmigrantes mexicanos y sus descendientes en Estados Unidos.

Todos sabemos que lo que quieren con esa ley injusta, increíble, estúpida, es, ya que cayó el muro de Berlín, poner un muro en la frontera mexicana, enfatizó.

No puede haber otra estupidez más grande en la historia de los Estados Unidos o de la América, porque con esta clase de muros no puede borrarse la conexión que tenemos.

En su breve intervención, una vez que los titulares del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y de Difusión Cultural UNAM, Teresa Vicencio y Sealtiel Alatriste, respectivamente develaron la mencionada placa, el creador escénico rememoró parte de su historia personal.

Así destacó que, no obstante que hace 100 años sus abuelos y bisabuelos cruzaron el desierto entre Sonora y Arizona para ir a pizcar algodón y trabajar en la minas de cobre en el vecino país, y posteriormente trasladarse a los viñedos de California, su familia jamás perdió su identidad mexicana.

“Hemos sobrevivido –prosiguió– y tengo el orgullo y el privilegio de poder representar a los migrantes, a mi familia de carne y hueso, y probar que nada se perdió en un siglo.”

Tras reafirmarse orgullosamente chicano, Luis Valdez aseguró: vamos a seguir luchando al lado de muchos migrantes mexicanos y sus descendientes en Estados Unidos , y precisó que él lo hará desde la trinchera del arte.

El arte es estar en el tiempo, es espíritu, es lucha; pero sobre todo es espíritu humano, y ese espíritu que representamos esta noche es el contrapunto a la ignorante e injusta ley de Arizona; la vamos a vencer, vamos a tumbar ese muro antes de que se haga, vamos a reforzar esa conexión continental que tenemos. ¡Que viva nuestra raza! ¡Qué viva México!

Momentos antes, el dramaturgo se había mostrado sumamente conmovido por el afecto y la calidez con la que el público mexicano lo acogió esa noche y la manera en que ha recibido Zoot suit.

Según aclaró Luis de Tavira, director de la Compañía Nacional de Teatro, Luis Valdez decidió viajar a México y estar ese momento en el teatro para festejar sus 70 años de vida, que cumplió exactamente ese sábado.

Incluso, esa fue la razón por la que el INBA y la UNAM determinaron adelantar la ceremonia de develación de placa de fin de temporada del montaje, para rendir tributo al creador chicano, pues a la obra aún le restan cuatro funciones más, la última será el domingo 4 de julio.

Cierto, es mi cumpleaños número 70, pero he renacido esta noche con tanto cariño, que realmente no se da en el teatro estadunidense de esta manera; este modo es completamente superior de aquél; hace mucho frío por esas partes norteñas, comentó Valdez, emocionado, una vez que un mariachi le dedicó Las mañanitas, coreadas por el elenco de la puesta en escena y el público que desbordó el recinto universitario.

“Este calor es lo que reanima; me anima para salir adelante con esta gran lucha contra el racismo en Estados Unidos y esa injusta, increíble y estúpida ley de Arizona.

Considerada un hito de la cultura chicana, tanto por el tema que aborda como por sus valores artísticos, Zoot suit recrea la historia real de un pachuco (zoot suit se llama al traje que usan los pachucos) de Los Ángeles en los años 40, acusado de un crimen que no cometió. Lo que realmente subyace en su encarcelamiento y condena es el acendrado racismo de la época en la sociedad estadunidense.

Sus últimas funciones serán esta semana, el jueves y viernes a las 19:30; sábado a las 17 y domingo a las 18 horas, en el teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario.